“El sodio es un nutriente esencial necesario para mantener el volumen plasmático, el equilibrio acido-básico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células”, advierte la OMS, y recomienda reducir el consumo en los adultos a menos de 2000 miligramos por día”. Señala, a su vez, que “no debemos olvidar, que más allá de la incorporación de sodio a partir de la sal, incorporamos este mineral dado que forma parte natural de los alimentos y que es agregado, a su vez, a los alimentos procesados en forma de distintos aditivos, es por esta razón que la recomendación diaria se alcanza fácilmente”.
-No agregar sal durante la preparación de los alimentos.
-Reemplazar la sal por condimentos al cocinar (pimienta, perejil, ají, pimentón, orégano, etc.)
-No poner saleros en la mesa.
-Elegir productos con baja cantidad de sodio.
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