Los cardiólogos buscan ampliar las recomendaciones para una buena salud cardiovascular al segmento etario de los niños, grandes olvidados a la hora de difundir y sensibilizar sobre hábitos que protejan al corazón.
Es por ello que durante agosto la Federación Argentina de Cardiología (FAC) dedicó una acción de concientización al cuidado de los más chicos. La iniciativa se realizó bajo el lema “El corazón de los niños es un tema de adultos” e incluyó difusión a través del sitio Web http://bit.ly/2vktg9a.
“La campaña también incluyó hacer énfasis en la importancia del diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas”, explicó Felipe Somoza, médico neonatólogo y especialista en Cardiología y Hemodinamia, miembro de la FAC. “Sólo un porcentaje, que no llega a la mitad, de los niños cardiópatas tienen un diagnóstico prenatal correctamente hecho”, añadió.
Somoza aclaró que la acción también buscó alertar sobre la presencia de estrés en la infancia, que en buena medida –afirmó el cardiólogo– está vinculado a nuevos hábitos de vida, formas de juego y conflictividad en el entorno familiar.
De acuerdo con el especialista, antes, el estrés en la infancia se manifestaba a través de trastornos digestivos o emocionales. “Ahora se ven alteraciones cardiovasculares, arritmias en niños que están con la computadora mucha horas y segregan adrenalina a partir de un estímulo visual que también repercute en trastornos del sueño”.
Agresividad
Para Somoza, muchas conductas agresivas de los niños –incluyendo el acoso escolar o “bullying”– está asociado con el estrés. “Hoy, hasta los niños que no son sedentarios, sino que hacen deportes, manifiestan estrés, debido a adultos que les exigen para que sean los futuros Lionel Messi o Guillermo Vilas, cuando el niño lo tiene que hacer es jugar, tiene que estar motivado por el divertimento”, advirtió
Por su parte, Sandra Romero, cardióloga infantil y especialista en Hemodinamia, destacó la importancia de la contención afectiva para el desarrollo infantil. “Uno puede hacer que un chico baje de peso y se alimente mejor, promover que haga ejercicio o llevarlo al médico cada vez que es necesario, pero el amor es lo único que puede hacer que bajen el estrés, que es un factor de riesgo demostradamente potenciador de todos los demás factores de riesgo de enfermedad”, destacó.
Romero recalcó también que la campaña de la FAC “tiene dos aspectos: prevención y detección”. “Es conocido que para la salud cardiovascular es malo fumar y comer grasas; así como se conoce que es bueno hacer ejercicios. Eso es sabido en poblaciones con cualquier tipo de estilo de vida y nivel formativo”, declaró. Y completó: “Lo que es menos conocido es que los niños sufren estrés y los adultos no nos damos cuenta”.
Para ilustrar, la cardióloga manifestó que en los casos de hipertensión “seguramente hay diez años de un territorio predispuesto”.
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