El rejuvenecimiento ovárico

A medida que aumenta la cantidad de mujeres que buscan retrasar la maternidad, la ciencia avanza en pos de extender el reloj biológico.
El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), en colaboración con el hospital La Fe de Valencia, consiguió que cuatro mujeres que padecían fallo ovárico precoz -se calcula que el 1% de las mujeres sufre fallo ovárico temprano, o menopausia precoz como se la conoce- quedaran embarazadas mediante un rejuvenecimiento ovárico.
“Estamos contemplando métodos innovadores para activar folículos que de otra forma no se desarrollan y los resultados están siendo prometedores. Este tratamiento abre una puerta a la esperanza a pacientes que de otro modo no tenían alternativas para gestar con sus propios óvulos”, explicó el profesor Antonio Pellicer, copresidente y fundador del Instituto Valenciano de Infertilidad.
En el workshop previo al 7º Congreso Internacional IVI sobre Medicina Reproductiva que se desarrolló en Bilbao uno de los principales temas tratados fue el rejuvenecimiento ovárico.
El objetivo del rejuvenecimiento ovárico es activar el crecimiento de los folículos en estadios precoces. Para lograrlo el instituto investigó dos técnicas: la fragmentación del tejido ovárico (OFFA, por las siglas en inglés de Ovarian Fragmentation for Follicular Activation) y la infusión de células madre en la arteria ovárica.
Mediante estas técnicas el ovario (responsable de la ovulación) revierte parcialmente su proceso de envejecimiento y activa los folículos durmientes, que de otra manera permanecerían en el ovario sin desarrollarse, ni siquiera mediante el uso de medicamentos.
Para la fragmentación del tejido ovárico (suele ofrecerse como una opción previa a someterse a un tratamiento de ovodonación) se obtiene una muestra de corteza ovárica mediante laparoscopía, luego se la fragmenta y vuelve a implantarse. Las pacientes reciben el alta el mismo día y no sufren molestias a causa del tratamiento.
“El resultado de la intervención puede evaluarse con un simple análisis de sangre para comprobar el cambio en los niveles de la hormona antimulleriana, un marcador de la reserva ovárica”, explicó el doctor Fernando Neuspiller.
La segunda técnica consiste en la infusión de células madre de la médula ósea en la arteria ovárica. Este procedimiento formó parte de un estudio piloto que se realizó en el hospital La Fe, de Valencia. Con este método se produjeron embarazos espontáneos en mujeres con baja reserva ovárica.
“Esta técnica hasta el momento ofrece resultados prometedores, ya que incluso se han producido embarazos espontáneos en mujeres con baja reserva ovárica tras someterse a un trasplante de médula ósea”, dijo Neuspiller, y aclaró que ambas técnicas se encuentran actualmente en investigación. “Son líneas de investigación que probablemente tengan mucho futuro pero no a corto plazo”, sostuvo.

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