Una de las máximas ironías posibles dentro del mundo del capitalismo se está poniendo en juego por estos días en lo que alguna vez fue Alemania del Este.
Dos décadas después de la caída del Muro de Berlín, el busto de Karl Marx ha regresado, pero esta vez en los bolsillos de algunos alemanes que prontamente eligieron las tarjetas de crédito del banco Sparkasse, en Chemnitz, que llevan la imagen del ícono de la economía socialista.
En la tarjeta, el rostro adusto de Marx mira el logo de Mastercard, hecho sobre el cual un alto ejecutivo de la entidad bancaria dijo que incluso recibió llamadas de clientes pidiendo abrir una cuenta solo para poder obtener una tarjeta con el rostro de Marx.
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