“La gente ya no quiere celebrar”: el motivo central por el que caen las ventas de champán a nivel mundial
MENOS ENTUSIASMO PARA BRINDAR

“La gente ya no quiere celebrar”: el motivo central por el que caen las ventas de champán a nivel mundial

En 2024 se despacharon desde Francia 271 millones de botellas del famoso espumante, lo que implicó una caída del 10% en los envíos internacionales. Y 2022 ya había sido un año de merma en la demanda. “Inflación, conflictos en todo el mundo e incertidumbre económica”, influyen en el ánimo de los consumidores.

Las ventas de champán perdieron impulso porque la gente de todo el mundo no está de humor para brindar. Así lo demuestra el número total de envíos del famoso espumante desde Francia se redujo casi un 10% en 2024: a “solo” 271 millones de botellas, lo que marca el segundo año consecutivo de descensos en la demanda.

Los analistas de mercado concluyeron que el motivo de esta caída en la ingesta tiene que ver con consumidores cansados ​​​​de una inflación que los obligó a reducir sus compras, además de estar atravesados de un estado de ánimo generalmente pesimista. Y esto no tiene que ver con la pertenencia a un país o una región en especial, sino que “se extiende por todo el mundo”.

Así lo indica un nuevo informe del Comité Champagne, una asociación comercial que representa a más de 16.000 viticultores y 320 casas de champán, que pintó un panorama sombrío de la industria, similar a las ventas de otras bebidas alcohólicas.

Maxime Toubart, copresidente de la organización, dijo sin rodeos que este “no es momento para celebraciones, con inflación, conflictos en todo el mundo, incertidumbre económica y una actitud política de esperar y ver en algunos de los mercados más grandes de champán”, incluidos Estados Unidos y Francia.

Las ventas en Francia de la bebida local también cayeron un 7%, a 118 millones de botellas, porque “el mercado interno todavía sufre el sombrío contexto político y económico imperante”, según el comunicado. Francia celebró elecciones anticipadas durante el verano que dieron como resultado un parlamento sin mayoría.

El gigante de lujo francés LVMH señaló por primera vez en julio que 2024 iba a ser un año difícil para el champán cuando informó una disminución del 15% en las ventas de champán durante el primer semestre del año.

A pesar de los descensos, el copresidente de la asociación, David Chatillon, reiteró que Champagne es un “modelo organizativo sólido y sostenible que ha demostrado su valor, incluso frente a la adversidad, lo que le da confianza en el futuro”.

“El champán está muy asociado a la celebración, la felicidad, etcétera”, afirmó Jean-Jacques Guiony, director financiero de LVMH, en una conferencia telefónica sobre resultados. “Tal vez la situación global actual, ya sea geopolítica o macroeconómica, no lleve a la gente a animarse y a abrir botellas de champán”.

 

LVMH es el mayor productor de champán del mundo y posee, entre otras marcas, Dom Pérignon, Krug y Veuve Clicquot. El año pasado, la empresa invirtió una cantidad no revelada en French Bloom, un vino espumoso sin alcohol, lo que supuso su primera entrada en la categoría.

Rémy Cointreau, un grupo francés de bebidas espirituosas propietario de la marca de champán Telmont, respaldada por Leonardo DiCaprio, también publicó recientemente un informe financiero que pronostica una caída de las ventas más pronunciada de lo esperado debido a que los clientes están reduciendo su gasto.

La región francesa también está luchando contra fenómenos meteorológicos extremos, como altas temperaturas y heladas tempranas, lo que ha provocado que los productores de vino en 2021 hayan visto su cosecha más pequeña desde 1957. En respuesta, las casas de champán como Telmont están volviéndose más respetuosas con el medio ambiente con su agricultura con la esperanza de atraer a clientes que se sientan atraídos por las iniciativas ecológicas.

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