El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner se reunieron en la Quinta de Olivos a solas para analizar el resultado electoral y comenzar a pensar cómo se desarrollará la nueva fase de la campaña, rumbo a las elecciones del 14 de noviembre.
La reunión tuvo lugar este martes por la noche en la residencia oficial y se extendió por más de tres horas, según supo NA de fuentes oficiales. El encuentro se desarrolló dos días después de la dura derrota electoral que sufrió el Frente de Todos en la mayoría de los distritos del país, lo que significó un cimbronazo en el corazón del oficialismo.
Fernández y Cristina Kirchner son los principales referentes del Frente de Todos y la decisión de la estrategia electoral de cara a las elecciones generales saldrá de ambos. La cumbre a solas también tuvo lugar en medio de la tensión interna y de las presiones de parte del kirchnerismo para que el mandatario nacional realice cambios en el Gabinete Nacional, más puntualmente en el jefe de ministros, Santiago Cafiero.
Según se supo, el Presidente no quiere tocar a su equipo y por el momento no habrá modificaciones, más allá de los pedidos abiertos y públicos de dirigentes aliados al kirchnerismo para que se produzca una "oxigenación" del Gabinete.
La dura derrota oficial, incluso en provincias en las que era impensado perder, generó incertidumbre en el Gobierno, ya que si se repiten los resultados en noviembres se perderán legisladores en ambas Cámaras y en el Senado se perdería la mayoría.
La primera movida que impulsará el oficialismo será a nivel económico, con anuncios que el Presidente hará mañana con la intención de ponerle "más plata en el bolsillo" a la ciudadanía. En Casa Rosada el golpe electoral se sintió fuerte y algunos dirigentes admiten que será difícil revertir el resultado, aunque se hará el esfuerzo durante los meses que quedan hasta las generales, en la que se renovará la mita de Diputados y un tercio del Senado.
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