Gemma Copeland, de 30 años, estaba visitando el zoológico de Schoenbrunn mientras estaba de vacaciones en Viena junto a su hijo Jasper, de 15 semanas, y su pareja Shane, de 31 años. Cuando estaba en el recinto de los orangutanes, la mujer comenzó a amamantar a su hijo. Fue entonces que una orangutana se pegó al cristal para observarlos.
“Fui a la ventana para mirar más de cerca y me senté para que mi hijo pudiera ver al orangután. No quería asustarla. Ella se sentó junto a mí, me miró directamente a los ojos y levantó la mano como para tocar a mi hijo. Yo estaba asombrada con esta criatura”, dijo Copeland. La orangutana, llamada Sol, había dado luz a una cría muerta poco tiempo antes.
El animal se quedó al lado suyo hasta que esta terminó de darle el pecho a su hijo: “Durante aproximadamente media hora siguió acariciando el cristal conmigo, como si me apoyara y me protegiera”. Mucha gente se acercó a la escena pero sin interrumpir lo que parecía ser una conexión entre la madre y la orangutana.
“Quizá seamos de especies distintas, pero amamantar nos ha conectado hoy, en un momento que se quedará conmigo para siempre”, dijo Gemma Copeland en la publicación del video. Además, dejó un mensaje para concientizar: “Por favor, comparte, normaliza la lactancia materna y generemos conciencia sobre estas bellas criaturas”.
Además, adjunto a la publicación compartió un portal en el que que se puede ayudar económicamente a los orangutanes: “He añadido una herramienta para donar a una increíble organización benéfica que rescata, rehabilita y libera a crías de orangutanes, International animal Rescue“.
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