Tal vez muchos recuerdan a la francesa Thylane Blondeau, la francesa de cuatro años, a la que los medios bautizaron como "la niña más linda del mundo". Fue hace doce años y marcó su rumbo, ya que en la adolescencia terminó trabajando como modelo.
Mucho más reciente fue el caso de la rusa Anastasia Knyazeva, de seis años, que el año pasado acaparó la atención del público hasta sumar millones de seguidores en su Instagram.
Ahora es Jare Ijalana, una niña nigeriana de once años, la que despierta halagos por sus simétricos rasgos. "Ella es humana, pero también un ángel", escribió la fotógrafa Mofe Bamuyiwa, que publicó las fotos de la niña.
Además de sus brillantes ojos negros, todos elogiaron su increíble y abundante pelo.
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