Cuando un bebé nace prematuro, la cantidad de amor que necesita es muy elevado.
Todavía débil y diminuto, este pequeño se disponía a recibir una dosis de calor humano en brazos de su padre sin saber que iba a ser él, contenido en un esqueleto liviano y un tubo de oxígeno, quien iluminara el corazón de su padre.
- a wonderful reaction to the kiss of father 🤗 pic.twitter.com/Sn6r2k28zG
— Köksal Akın (@Koksalakn) 1 de mayo de 2018
En una sesión de mimos en el hospital, el padre besa suavemente la frente de su hijo. El bebé, aún sin poder abrir bien los ojos, esboza una amplia sonrisa que contagia a su progenitor.
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