Un hombre oriundo de Preston, Inglaterra, fue diagnosticado con cáncer de pulmón tras realizarse una radiografía y encontrar una mancha en uno de sus pulmones.
Aunque en principio el panorama fue desolador, se tranformó en insólito cuando los médicos descubrieron que en realidad no era un tumor, sino una pieza de Playmobil, que había ingerido de chico.
Por lo general, cuando los chicos se tragan uno de estos pequeños objetos, los padres se dan cuenta rápidamente porque tosen y se ahogan, pero esto no le sucedió a este hombre.
Los médicos, atónitos, no podían creer que el objeto hubiera vivido en el interior de su paciente... ¡durante 40 años!
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