Un joven de 22 años, condenado a cinco años de prisión por robo, fue trasladado al penal Almafuerte esta semana y el martes recibió brutales golpizas y toruras por parte de otros penitenciarios. Le tatuaron la cara y otras partes del cuerpo, en la frente le escribieron: “Soy fiel a La Yaqui”, líder del narcotráfico que está presa.
El detenido,Gustavo Marín, fue agredido ni bien llegó al penal de Almafuerte después de una estadía en San Felipe. Fue descubierto totalmente golpeado y ensangrentado el martes a la noche y las autoridades penitenciarias creen que los otros presos “se equivocaron” porque Marín no fue “soldadito de La Yaqui”.
La agresión la cometió una banda liderada por un familiar de una víctima de la banda de La Yaqui. Por eso se presume que se trató de una venganza, pero por “error” la recibió Marín. ” Bajo ningún punto de vista vamos a colocar a un preso en un pabellón en el que sabemos que tiene enemigos”, según manifestaron desde el Penal.
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