Roxana Carabajal, un destino de cantora de tierras santiagüeñas

Roxana Carabajal ofrece un disco fresco que mantiene la esencia de la fiesta de los patios de tierra, en el que les canta a sus afectos: su Santiago querido, su tierra, sus hijos, su madre. Ella charló y nos contó:
-¿Cuánto de la esencia de las fiestas en casas con patio de tierra tiene Soy?
-Cada una de las chacareras tienen lo genuino en lo aprendido de mis mayores, quienes han sido y serán mis referentes por más que tengan un sonido electroacústico. La esencia se mantiene cuando no se modifica bajo ningún punto el color de la chacarera en la interpretación y en la forma de tocar.
-En este disco incluís muchas canciones propias. ¿Das un paso grande como compositora?
-Un paso muy importante, ya que se plasma una idea propia de amor, de aprendizaje, de un pensamiento que se forma a partir de la experiencia vivida en tantos años en la música que nace del seno familiar y se hace eco en cada una de las canciones. Cada una de las canciones son momentos de mi vida, por ejemplo, los homenajes que les hago a mis hijos, a mi padre y la canción "Madre" dedicada con mi madre a unas tías muy queridas que ya no están.
-¿Qué diferencias marcás entre aquel primer disco, Astilla, y este Soy?
-Podemos marcar diferencias, en que los discos anteriores los hacía con productores musicales en donde cada uno de ellos (Peteco, Daniel Homer, Juan Antuz) marcaban una forma de sonido y yo entraba en mis primeros pasos como compositora, lo cual, esta condición mía hacía que fuera más interprete de otro. Es un disco con variados ritmos desde canciones, balada, vidala.
-Tu infancia está marcada por la música de violines, por ritmos de chacareras. ¿Cómo recordás las músicas de tu infancia?
-Los primeros sonidos son principalmente el de mi padre, Carlos Carabajal, que me despertaba todas las mañanas con bellísimas canciones que han marcado momentos de mi vida y que después han sido grabadas como por ejemplo "Canción para un deseo", "Niño hachero". Pero aún más de niña la primera chacarera que escuché por el conjunto de Los Carabajal fue "La Telesita" del tío Agustín.
-¿Cómo es Santiago un día de verano, a  la siesta?
-Con esta copla te simplifico como vivía las tardes en Santiago. Cantaba muy contenta, tan libre bajo el cielo, tal vez, solo me faltaban las alas para el vuelo. Qué linda eran las tardes a la sombra de un tala, en el patio de mi rancho, mateando con mi mama.
-¿Cómo es el mundo de Roxana Carabajal?
-El más hermoso de la vida, junto a mis hijos felices y a mi gran amor, Gonzalo, que es el marido y compañero que soñé. Con la guitarra siempre cerca que sigue marcando el gran destino de mi vida. Que es el de ser una cantora de mi tierra santiagueña.