"El hecho de que todos puedan filmar con un teléfono o camarita digital no significa que se esté democratizando la actividad audiovisual, sino que simplemente estamos ante una instancia de masificación", resaltó el director de "Bolivia" y "Un oso rojo" durante la primera charla del festival titulada "El realismo en el denominado nuevo cine argentino".
Y sentenció categórico: "La distribución no sabe cómo ganarle a Internet. Si estuviésemos viviendo una democratización de la actividad cinematográfica, todas las películas hechas en video o celulares tendrían una distribución acorde, pero sólo tienen espacio en estos festivales y luego van a parar a la web".
Ventana Andina es un encuentro que, desde ayer y hasta el sábado próximo, se propone difundir la producción audiovisual del norte argentino, Bolivia, Chile y Perú a través de charlas, proyecciones en distintas partes de la provincia de Jujuy y talleres con renombrados realizadores.
"Hoy el cine no tiene cómo disputarle el entretenimiento a Internet", había comenzado afirmando Caetano en su charla mientras explicaba su decisión de orientar su disertación hacia las nuevas formas del cine argentino sustentadas, mayormente, en lo que él llama "un cambio de método".
"Opté por abordar un tema que a los cineastas de mi generación nos viene dando vueltas hace rato y que es este período de transición que se está viviendo a partir de la aparición de diferentes formatos", explicó ante una sala llena en el piso superior del Shopping Annuar.
"Cuando surgió el nuevo cine argentino con sus propuestas alejadas de los cánones dominantes, nuestro recambio no tuvo que ver con el método", indicó quien fuera uno de los grandes exponentes de esa corriente junto a realizadores como Pablo Trapero y Lucrecia Martel.
"Si bien estábamos renovando el tipo de cine que había a principios de los 90 -continuó reflexionando- seguíamos trabajando como los viejos cineastas: lo que cambiamos fue el enfoque que teníamos para contar historias".
Sin embargo, el advenimiento del video y sus congéneres populares y de bolsillo (celulares, cámaras digitales) en manos de realizadores amateurs se convirtieron, para el propio Caetano, en nuevas variables para analizar la concepción actual del cine argentino.
"Ahora, con el teléfono celular hay un programa para editar y hacer sonidos que fueron masificando la realización audiovisual. Pero, volviendo nuevamente al tema anterior, esa masificación no está acompañada por una lógica de distribución acorde", indicó el hacedor de "NK".
"El ciclo del método que uno hacía antes que era construir una película, realizarla y después estrenarla, hoy esa última parte está mucho más compleja".
Sin embargo, en medio de una mirada un tanto incierta sobre el futuro de la industria comercial del cine, Caetano resaltó que el único género beneficiado dentro de este nuevo paradigma es el documental.
"El documentalista hoy tiene mucho más acceso material que antes: los medios de realización son más económicos y hay mucha más libertad en los medios de producción. Es la utilidad más grande que le ví al video; ahí sí siento que la imagen se democratizó", concluyó.
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