UNA PELÍCULA ESPECIAL PARA AMANTES DEL CINE DE ACCIÓN
Alerta: "Ataque a la Casa Blanca"
Ataque a la Casa Blanca, relata cómo un grupo de terroristas toman la sede del gobierno estadounidense y a su presidente como rehén.
A partir de allí el relegado agente del Servicio Secreto, Mike Banning (Gerard Butler) intentará rescatar al mandatario (Aaron Eckhart) y a su pequeño hijo, además de retomar el control de la Casa Blanca.
En tanto, desde fuera la presidencia recae en Allan Trumbull (Morgan Freeman), quien deberá tomar las decisiones más extremas en pos de la seguridad del país y del presidente.
La película dirigida por Antoine Fuqua (de trayectoria en el cine de acción) tiene un gran despliegue de efectos especiales que permiten sumarle a la tensión, un dramatismo visual imponente, donde tiros, explosiones, aviones se baten en cierto modo con estilo PlayStation.
La historia mantiene tres línea de tensión al unísono: la captura del presidente, la situación del hijo, y el ataque a Washington.
Todos los hilos se van tensando y cerrando para entretejer la historia, donde es evidente el uso de la experiencia del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, y el patriotismo estadounidense exacerbado por ese hecho. La idea de un enemigo externo que intenta exterminar a la gran potencia mundial y el heroísmo de cada uno de sus hombres por momentos se vuelve exagerado.
En definitiva, Ataque a la Casa Blanca es un buen producto para los amantes del cine de acción, aunque no es recomendable para cinéfilos más exigentes.
A partir de allí el relegado agente del Servicio Secreto, Mike Banning (Gerard Butler) intentará rescatar al mandatario (Aaron Eckhart) y a su pequeño hijo, además de retomar el control de la Casa Blanca.
En tanto, desde fuera la presidencia recae en Allan Trumbull (Morgan Freeman), quien deberá tomar las decisiones más extremas en pos de la seguridad del país y del presidente.
La película dirigida por Antoine Fuqua (de trayectoria en el cine de acción) tiene un gran despliegue de efectos especiales que permiten sumarle a la tensión, un dramatismo visual imponente, donde tiros, explosiones, aviones se baten en cierto modo con estilo PlayStation.
La historia mantiene tres línea de tensión al unísono: la captura del presidente, la situación del hijo, y el ataque a Washington.
Todos los hilos se van tensando y cerrando para entretejer la historia, donde es evidente el uso de la experiencia del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, y el patriotismo estadounidense exacerbado por ese hecho. La idea de un enemigo externo que intenta exterminar a la gran potencia mundial y el heroísmo de cada uno de sus hombres por momentos se vuelve exagerado.
En definitiva, Ataque a la Casa Blanca es un buen producto para los amantes del cine de acción, aunque no es recomendable para cinéfilos más exigentes.