Cosquín culminó con una gran variedad de artistas y músicos
El Dúo Coplanacu, la cantante Yamila Cafrune, el trío Aymama y el consagrado grupo Los Nocheros fueron los dueños de una noche única, especial y clásica.
El Festival de Folclore de Cosquín concluyó el domingo con una nueva apelación a la diversidad: la fuerza del Dúo Coplanacu, la sonoridad tradicional de Yamila Cafrune, las sutilezas del trío Aymama y la singular reversión de clásicos por Los Nocheros marcaron el paso de la última jornada de la 53ra. edición.
El Dúo Coplanacu, de origen santiagueño pero formado en Córdoba, refrendó los sólidos caminos que muestra desde que llegó por primera vez a Cosquín, en 1986.
Combinando el origen rural y la potencia urbana, Roberto Cantos y Julio Paz atizaron el ánimo de la plaza Próspero Molina con temas como Pelusita de Totora o De Simoca , justificando así sus dos referencias territoriales.
A continuación, el trío femenino Aymama se enfrentó a la plaza repleta de Cosquín con un nuevo álbum, "Paso a paso", un reflejo de su paciente investigación sobre las sonoridades regionales del país.
Breve y delicado, el repertorio se inauguró con Sencillito y de alpargatas, la emblemática canción del gaucho Omar Moreno Palacios -una de las figuras del Cosquín 2013-; y prosiguió con El otro país, un emergente de la prosa comprometida de Teresa Parodi que, a pesar de ser parte del cancionero de Mercedes Sosa, se convirtió en un rasgo de identidad del trío.
La despedida y al aplauso del público llegó luego de Trasnochados espineles, difundida obra litoraleña de Cholo Aguirre que se escucha poco en el fango de Cosquín.
Por su parte, Yamila Cafrune y Franco Ramírez apelaron a la cepa tradicionalista para honrar el legado musical familiar que recibieron.
"Cuando llegue el alba", de Jorge Cafrune, y "La tristecita", de Ariel Ramírez, siempre en ritmo de zamba, cumplieron con esa función.
El momento más esperado de la novena y última jornada fue la presentación de Los Nocheros que, sin alcanzar la expectativa de sus tiempos con Jorge Rojas, ratificaron su capacidad de convocatoria.
Sobre el escenario defendieron su último trabajo, "Pecado original", con el que se arriesgaron a singulares versiones de algunos clásicos del repertorio folclórico.
En esa apuesta se atrevieron a Fuego en Anymaná Carnavalito del duende, El arriero, Alfonsina y el mar y aquel estandarte de Los Chalchaleros en Cosquín, La López Pereyra.