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UN FILME DE TOMÁS SÁNCHEZ QUE NOS ENFRENTA A LO QUE SOMOS

"Otro corazón", entre la espera, la desesperación y el miedo

Esta producción recibió el apoyo del INCUCAI, sin embargo la donación de órganos es apenas una excusa para contar una bellísima e inteligente historia.

Otro corazón de Tomás Sánchez, que llegó ayer a las salas argentinas, y que tiene excelentes actuaciones, una música acorde y un concepto cinematográfico que responde a los cánones internacionales, sin perder por ello la identidad nacional, es un relato de lo que el ser humano es, de su esencia y sus posibilidades.
Leo (Mariano Torre) y María (Elena Roger) esperan su primer hijo y están a punto de mudarse. Ella desea dar a luz en su ciudad natal pero Leo, al enterarse de que su padre, el Sr. Vera, (Carlos Moreno) necesita urgente un trasplante de corazón, retrasa el viaje, lo lleva a vivir a su casa y se hace cargo de la empresa familiar.
La obsesión por salvar a  su padre lo va alejando de su propia paternidad y lo sumerge en una espera en la que conviven la vida, la muerte, el duelo por lo que no fue y la esperanza de lo que aún es posible.
En medio de la situación familiar su medio hermano Claudio (Fabián Gianola) debe lidiar y en cierto modo elegir, entre sumirse en la desesperación, casi como una anticipación de la muerte, o celebrar la vida, con todo lo que esto implica. Claudio es obstetra y seguirá el embarazo de María, él –a diferencia de Leo– es quien muestra más capacidad para disfrutar de ese embarazo.
La espera y cómo enfrentarse a ella es el gran tema de la película, que corre por dos ejes, por un lado la "dulce espera" de María, que se verá ensombrecida por una serie de sentimientos y temas pendientes. Y por el otro la espera de un corazón para trasplantar al Sr. Vera. La trama transita por cómo cada personaje vive esta espera, quiénes y cómo están dispuestos a esperar, y quiénes se sumen en la desesperación. Un imperdible, que no cae en golpes bajos, ni sentimentalismos, y donde el humor se dosifica sabiamente.
La actuación de Elena Roger, con una cámara que parece enamorada de su personalidad, es profunda y maravillosa. Fabián Gianola muestra toda su soltura y puede transitar, tal cual como sucede en la vida, entre su profesión, sus propios conflictos y a la vez asumir un rol determinante en la familia. Mariano Torre se mantiene quizás algo rígido, pero acorde con la dureza e inflexibilidad de su rol.
En cuanto a Carlos Moreno, su personaje conmueve, y a veces enfada, tiene el peso del conflicto, y si el Sr. Vera parece no hacerse cargo del problema, aunque en el final resulte revelador, su actuación sí asume el peso de ser el personaje sobre el que gira la historia. 

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