ES LA VII EDICIÓN Y SE REALIZA EN EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN

La Feria del Libro Antiguo abre sus puertas para todo público

Durante cinco días los visitantes podrán estar en contacto y, en algunos casos, comprar libros de autores importantes. Dos mil ejemplares son parte de la feria.

Con gran entusiasmo entre libreros, bibliófilos y coleccionistas, hoy abre sus puertas en el Ministerio de Educación de la Nación la VIII edición de la Feria del Libro Antiguo en Buenos Aires, donde durante cinco días los visitantes podrán comprar, hojear y contemplar más de 2.000 ejemplares de ediciones raras y exquisitas.
Organizada por la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (ALADA) los amantes de la celulosa amarillenta se toparán con libros del siglo XV (incunables), de las vanguardias artísticas y literarias de principios del XX, grabados, fotografías y afiches de cine, entre otras piezas en papel.
"Todas las ciudades importantes del mundo tienen su feria del libro antiguo. La Argentina se lo tenía prometido hace 50 años cuando se fundó ALADA, pero recién cuando se refundó en 1998 volvió a tomar fuerza esa idea. Finalmente hicimos la primera en Buenos Aires en el año 2004", cuenta Lucio Aquilanti, dueño de la librería Fernández Blanco, ubicada en Tucumán al 700.
El año pasado acudieron más de 4.000 personas a esta feria, que el librero define como "una fiesta", donde anualmente se reúnen coleccionistas, anticuarios e investigadores y donde el intercambio de información, la venta y la apertura a otros círculos de libros antiguos consolidan este evento.
Pero ¿qué características tiene un libro para ser antiguo? Para Aquilanti "es el exquisito, de ediciones cortas, dedicados por autor, encuadernados, intervenidos por artistas o ilustrados. La pieza tiene un valor real histórico pero también un fetiche".
Aún así los rige un criterio único para ser preciados: la escasez. "Puede ser más o menos viejo, pero tiene que ser escaso. Esto puede ser porque se editaron pocos, se destruyó la edición o hay mucha demanda como los libros de Borges o García Márquez que sus primeras ediciones llegaron hasta Japón y son difíciles de encontrar", dice el también vicepresidente de ALADA.
Quienes vienen de todo el mundo buscan libros de viajeros y cronistas a América y ediciones de historia argentina, pero muchos están detrás de ejemplares que datan "de los primeros cuarenta años del siglo XX tanto de historia, literatura y arte", según comenta Aquilanti. 

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