VEINTICINCO MIL PERSONAS VIBRARON AL RITMO DE LOS CLASICOS DE LA BANDA

"No Te va a Gustar" volvió con un show lleno de emoción

El grupo uruguayo se presentó el sábado con un recital cargado de sentimientos y el anuncio de un nuevo disco.

Volver después del dolor. Volver con la ausencia de uno de los pilares de la banda: ese fue el desafió que enfrentó el sábado la banda Uruguaya No Te va a Gustar, en la explanada del Estado Único de La plata.
La muerte del tecladista, Marcel Curuchet, en julio pasado fue un gran golpe para la banda.
El sábado, en La Plata, Curuchet estuvo presente y su talento flotando en el aire.
Después del paso de Enjambre, una banda mexicana que intentó manejar la ansiedad de los 25 mil fánaticos de NTVG, los protagonistas aparecieron en el escenario pasadas las 21 con el clásico "Tan lejos".
El pogo no tardó en formarse y los gritos se unificaron para seguir a rajatabla la letra del tema.
Emiliano Brancciari, líder de NTVG, y el resto de la banda entregaron todo su talento. Para ellos era una noche especial: estaban festejando  18 años juntos y sus fieles seguidores le agradecieron cada una de las versiones que fueron pasando.
El fervor fue aumentando  y la gente siguió cantando.
Así pasaron temas de los distintos discos de NTVG como “Cero a la izquierda”, “Como si estuviera”, “Tu defecto es el mío”, “Clara”, “De nada sirve y Más mejor”.
La noche fue pasando por distintos estadíos y las emociones del público iban cambiando según los temas que comenzaban a sonar.
Uno de los momentos más sentidos  (y pedidos) fue cuando llegó el turno de “No necesito nada”, uno de los hits de la banda.
El público cantó el tema de principio a fin y la banda dejó todo para dar la mejor de las versiones.
Brancciari interactuó todo el tiempo con la gente, anunció la llegada del nuevo disco, “El calor del pleno invierno” para mediados de octubre y sorprendió a todos al anunciar que esa noche se filmaría el video del nuevo corte: “Sin pena ni gloria”.
Cuando el tema comenzó a sonar la gente enloqueció (a pesar de no haber salido a la venta muchos conocían de memoria la letra del tema) y el resultado fue el esperado: fervor, identificación y sentimiento.
Otro pico alto de la noche tuvo lugar cuando comenzaron los primeros acordes de Pensar. Las 25 mil personas presentes en el playón del Estadio Único comenzaron a saltar y la fiesta se apoderó del lugar.
La llegada de “Chau” hizo delirar a los fanáticos que la cantaron con el sentimiento de haber vivido algunas de las situaciones del tema.
Llegando al final de la noche tuvo su momento uno de los favoritos de la gente: “Al vacio” y ahí las emociones quedaron a flor de piel.
Como cierre ( pasadas las 23 hs) Brancciarini eligió “No era cierto” y se la dedicó especialmente a Marcel Curuchet, muy emocionado.