En la noche del 18 de agosto de 1962 Ringo Starr se unió oficialmente a John Lennon, Paul McCartney y George Harrison y dio a The Beatles la alineación que millones de fanáticos veneran desde entonces en todo el mundo. El acontecimiento fue celebrado en Inglaterra con programas turísticos especiales y moviliza a fanáticos de todo el mundo.
Ni un estadio. Ni una discoteca de moda. Ni un teatro. El debut oficial de la formación definitiva de The Beatles, con Ringo Starr en la batería como flamante incorporación, se produjo en el baile anual de la Sociedad de Horticultura de Port Sunlight, una localidad suburbana de la ribera del río Mersey. Los asistentes al modesto local tipo casa de campo no se imaginaban que asistían a un acontecimiento histórico. Un antes y un después en la historia de la música pop. El nacimiento de la histórica formación que iba a cambiar el rumbo de la música popular del siglo XX. Y del que esta semana se cumplieron 50 años.
Es cierto que The Beatles existían desde antes. Para muchos, su historia como grupo comenzó en 1957, un 6 de julio, cuando John Lennon y Paul McCartney se conocieron en un festival de barrio, celebrado en la iglesia Saint Peter, de Woolton. Pero la formación integrada por John, Paul, George y Ringo, que pasaría a la historia, subió al escenario por primera vez a las 22 del 18 de agosto de 1962, después de dos horas de ensayo. Un año, por lo demás, muy importante para los de Liverpool, porque durante el mismo firmarían su primer contrato discográfico y lanzarían al mercado su primer sencillo: Love Me Do.
De los tiempos anteriores al ingreso de Ringo, diría John Lennon: “Tocábamos con diversos bateristas, porque había poca gente que tuviera una batería. Era un artículo muy caro”.
Ringo Starr era uno de esos afortunados. Tocaba en uno de los grupos más afamados de Liverpool (Rory Storm & The Hurricanes), era algo mayor que los restantes Beatles y bastante popular en su ciudad de origen.
Todavía tocaba Pete Best la batería de The Beatles cuando Ringo comenzó a simpatizar con quienes luego serían sus compañeros.
En el libro “Antología”, a la hora de repasar las memorias de los días de las tempranas actuaciones de ambos grupos en Hamburgo, Ringo recuerda que “yo seguía siendo un teddy boy y hasta más tarde no descubrí que los otros me tenían un poco de miedo. Me lo dijo John. Cuando nos reunimos en Alemania, ellos tocaban en un local y nosotros en otro”.
Según reconoce George Harrison en el mismo libro, él fue el principal responsable de acelerar el proceso a través del cual reemplazaron a Pete Best por Ringo en el grupo. “Pete nunca salía con nosotros en Hamburgo. Cuando terminaba nuestra actuación Pete se iba por su cuenta y nosotros salíamos juntos. Cuando Ringo nos acompañaba teníamos la sensación de ser un grupo completo, tanto dentro como fuera del escenario”.
Despedida tormentosa
La despedida de Pete Best del grupo estuvo lejos de ser en buenos términos. El grupo había audicionado para el sello EMI y George Martin, el productor que les tocó en suerte, cuestionó la calidad del baterista y preguntó si era posible cambiarlo.
Fue posible, pero a costa de algunos sinsabores. El grupo decidió enviar como emisario de la mala nueva al productor Brian Epstein, que fue el encargado de darle la noticia a Best. Cuando el grupo, con Ringo Starr en los tambores, volvió a presentarse en el Cavern Club lo hizo en el marco de una sesión agitada. Hubo gritos, golpes de puño y algunas fotos de la época muestran a George Harrison con un ojo morado producto de esa trifulca.
Las cosas en el estudio tampoco fueron muy bien para Ringo, al menos al principio. George Martin no quedó conforme con su performance y decidió que en el primer disco del cuarteto, Love Me Do, la batería estuviera a cargo de un sesionista: Alan White.
Con todo, la historia ya se había puesto en marcha y Ringo Starr se preparaba para ocupar un lugar destacado en la historia de la música popular del siglo XX.
Presentación en sociedad
Si bien su nacimiento puede remontarse a 1957, cuando Paul McCartney conoció a John Lennon al verlo tocar en una fiesta; o unos meses después, cuando George Harrison, amigo de Paul, fue aceptado por Lennon para tocar en su banda The Quarrymen; o en 1960 cuando por fin decidieron llamarse The Beatles; la noche del 18 de agosto de 1962 se toma como el día cero para los “fab four”.
Estaban ya los dos principales compositores y cantantes de la agrupación, el talentoso guitarrista y un nombre ideal para un grupo que pintaba con buen futuro por sus cadenciosas y pegajosas melodías, pero hacía falta un joven músico que diera el toque final al ritmo que necesitaban.
Hasta entonces, los Beatles eran John, Paul, George y Pete Best, quien llevaba las baquetas.
Como es común en la escena del rock, The Beatles compartía escenario con otras bandas amigas, entre ellas estaba Rory Storm and The Hurricanes, cuyo batería era Richard Starkey o Ringo Starr.
“En realidad los cuatro ya se conocían antes de esa noche de 1962. Sus grupos eran colegas y coincidían en bares de Liverpool y en Hamburgo en Alemania”, explica José Antonio Martínez, locutor del programa mexicano Radio “Beatle”.
En aquellos conciertos donde ambas agrupaciones coincidían, Ringo ya había tocado algunas veces con The Beatles para suplir a Pete Best, pero esa noche fue, según José Antonio Martínez “la frutilla de la torta”.
“Ese concierto fue importante porque ahí fue donde desterraron a Pete Best. Buscaban el lado más artístico de la banda y llamaron a Ringo. Al unirse él, marcaron la historia que había estado gestándose desde aquel encuentro entre Lennon y McCartney”.
De acuerdo con @Beatleradio (como se hace llamar Martínez en Twitter), ésta no fue una reunión casual, “ya se conocían, eran amigos, simplemente fue un trámite para formalizar la alineación : John, Paul, George y Ringo”.
“Si bien este último integrante no aportó muchas canciones al amplio repertorio de los Beatles, siempre fue una pieza clave. Y no solo por ser el que ponía su casa para los ensayos, sino por su comicidad y neutralidad ante la lucha de talento entre los músicos”, afirma el experto.
“Ringo era la parte que mantenía unido ese círculo tan pequeño. Con él podían converger los egos de Lennon, Mac Cartney y Harrison, porque él no componía y los demás lo veían como alguien que siempre actuaba neutro. Sus opiniones, me atrevo a decir, son las que siempre tenían más peso dentro del grupo”, añade el locutor del programa que lleva seis años en las ondas.
Y si bien, hay quien considera que Ringo Starr es un batería no muy brillante pero con mucha suerte, hay muchos otros que lo ubican dentro de los más grandes de la historia del rock.
“Quizá su virtuosismo esté debajo de John Bonham, de Led Zeppelin, o de Keith Moon, de The Who. Pero, por ser ambidiestro, su técnica se reconoce y aún muchos no se explican cómo toca la batería. Sus compañeros lo reconocían por tener una técnica muy intuitiva, por ser un batería que siempre aportaba lo que la canción necesita”, concluye José Antonio Martínez.
Festejos de medio siglo
En 2012, los ojos del mundo miran al Reino Unido, primero por los sesenta años de reinado de Isabel II, después por los Juegos Olímpicos de Londres y el resto del año por la remembranza de hitos y lugares que marcaron la carrera de The Beatles.
Los que formaron parte del grupo musical más afamado, sus seguidores y aquellos lugares emblemáticos por los que pasaron, celebrarán también este año, porque se cumplen cincuenta años del comienzo del “cuarteto de Liverpool” como tal, y del lanzamiento de “Love me do”, su primera grabación.
Así, el portal visitbritain.com ofrece una serie de opciones para que los beatlemaniacos que quieran revivir a sus ídolos, lo hagan a lo grande desde Liverpool, Londres y otras ciudades británicas.
Existen recorridos por los hogares de infancia de Lennon y McCartney, por Strawberry Field, por los estudios Abbey Road y la calle del mismo nombre, con su famoso paso de cebra. También será posible escuchar música en vivo y DJs en el Cavern Club, mítico lugar donde el cuarteto dio más de 300 conciertos.
Un gran atractivo es la Semana Internacional de los Beatles, que se festejará del 22 al 28 al agosto. Habrá conciertos, exposiciones, venta de objetos para coleccionistas, proyección de películas, la mayor convención internacional de beatlemaníacos y demás apetitosos eventos para festejar en grande.
En el marco de esta celebración, se incluye un tributo a Paul McCartney por sus 70 años, en el Philharmonic Hall.
Un 2012 cargado de música, historia, recuerdos y cultura para seguir venerando a los más grandes del rock británico y mundial.
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