“¿Quién se quiere casar con mi hijo?” que desde el jueves lanzará su versión argentina es, en esencia, un canto al Complejo de Edipo: cinco jóvenes y sus posesivas madres llevarán adelante la meticulosa selección de la novia/nuera perfecta.
Allí, el formato televisivo hará las veces de lupa para descubrir un vínculo primigenio que, desde el vamos, se presenta sagrado, insondable, hermético e indisoluble: el de una madre y su eterno pequeño hijo varón.
Este docu-“reality” que cuenta con exitosas versiones en España y Francia, entre otros países, mostrará cómo Franco, Ignacio, Patricio, Martín y Alan van detrás del alma gemela que los impulse a abandonar el hogar familiar respectivamente tutelado por Nélida, Máxima, Patricia, Norma y Angela.
Pero más aún, el ciclo también contempla que las madres participen activamente ya que incidirán en la búsqueda de la persona que consideren ideal para hacer felices a sus hijos.
El mecanismo, que consistirá en un clásico sistema de eliminaciones semanales, irá mostrando encuentros, charlas, salidas y actividades a partir de los cuales los solteros irán conociendo a sus pretendientes.
En ese contexto, las futuras suegras tendrán un rol para nada menor: puestas como otro objeto de deseo a conquistar, no perderán protagonismo y se harán oír profiriendo -con absoluta impunidad- opiniones, críticas, reprimendas y aprobaciones.
Y en la conjunción de intereses entre los participantes y sus progenitoras, estará el atractivo central de este programa no apto para cabezas psicoanalizadas.
“El programa muestra cómo la madre le busca esposa a su hijo o, en algunos casos, alguien que se los lleve de la casa, pero es increíble el criterio, porque lo que ellas quieren es que no le maltraten al nene, que no le exijan esfuerzos, que no lo molesten, que sigan siendo niños eternos”, opinó la ex jurado del concurso “Talento Argentino”.
Al respecto, la actriz venezolana confesó: “Yo soy mamá y sé que uno muere por sus hijos; yo soy protectora, babosa, pero a mis chicas no las consiento como veo que mi suegra consiente a mi marido (Ova Sabatini)”.
“Es que cuando uno es mamá se da cuenta que no es una madre muy diferente del resto. Yo daría mi vida por mis hijas y aunque ya sean grandes, para mi todavía son bebés”, se explayó en clave íntima.
Para el final del ciclo, cada soltero deberá elegir entre dos participantes y; una vez sentada la selección deberá volver a tomar una decisión capital -y por qué no, perturbadora- para su vida: si el anillo se lo da a la afortunada o se lo entrega a la mujer que le dio la vida.
“La propuesta me pareció linda, divertida y moderna, es algo que me sedujo mucho y quiero que se me vea como presentadora o conductora”, señaló quien se desempeñara como modelo.
Fulop subrayó que “¿Quién se quiere casar con mi hijo?” “me llama muchísimo la atención porque no tiene comparación con ninguno de los `realities` que están en el aire”.
Por último, la protagonista de la emblemática telenovela “Abigail”, admitió que considera al rating como un factor preocupante: “Lamentablemente me importa y mucho, yo quiero que este programa tenga 40 puntos”.
La conductora de ciclos como “Tendencias” y “Catherine 100 por ciento” remató con que “este programa tiene gancho porque en psicoanálisis la madre es el gran tema que ocupa a hombres y mujeres”.
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