La cantante estadounidense Taylor Momsen justificó la noche del domingo la atención que concentró de los medios masivos de comunicación con un concierto que la vio cantar y rockear como pocas mujeres lo hacen actualmente, pero que también incluyó juegos de seducción y caricias con dos fans locales, que terminaron semidesnudas sobre el escenario. Ante un público compuesto en su mayoría por adolescentes, en especial chicas, Momsen se presentó por primera vez en la Argentina acompañada de su banda The Pretty Reckless, que con su sonido dejó en claro que está muy lejos de fenómenos edulcorados para adolescentes como Jonas Brothers, Selena Gómez y Demi Lovato. Los Pretty Reckless son una banda de hard rock californiano con un sonido cercano a Motley Crüe, Buckcherry como así también Papa Roach o del grunge como Soundgarden, con una cantante que tiene un dominio de la escena notable, mucho carisma y que sabe aprovechar su belleza.
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