Natalia Quintiliano, la joven de Gran Hermano 3 convertida en actriz e incipiente autora teatral, recordó a Juan Alberto Badía, el ex conductor del famoso ciclo televisivo en que le tocó participar por los años 2002-2003.
En diálogo con DEMOCRACIA, la juninense que se hizo famosa por entrar a la casa de Gran Hermano es hoy madre de dos hijos, en pareja hace cinco años, trabaja en teatro y está escribiendo su primer libreto teatral.
“Hace diez años conocí a Badía, a finales de 2002, principios de 2003, período en que estuve en Gran Hermano. Como fui una de las últimas participantes en salir del juego, lo conocí a lo último del programa. Es que a medida que los chicos iban saliendo de la casa, estaban con Badía haciendo los debates. Me parecía un hombre muy serio, pero que a la vez transmitía paz”, manifestó.
“En Gran Hermano estuve desde septiembre de 2002 hasta febrero de 2003. Entré y salí porque quedé nominada y me eliminaron, pero volví a entrar por pedido de la gente, por una votación telefónica. Es decir, estuve un mes adentro, salí y volví a entrar hasta completar 86 días dentro de la casa”, precisó.
A diez años de aquella incursión televisiva, Natalia reflexionó: “En el Gran Hermano que estuve, todos contábamos nuestra vida, lo que realmente éramos cada uno. Ahora es como que ya se desvirtuó, es a ver quién es más mediático, quién se pelea más con alguien”, dijo.
El recuerdo de Badía
“Cuando supe de la enfermedad que tenía Badía y lo vi en la televisión, en la entrega de los Martín Fierro, ya se notaba que estaba mal. Lo veía y pensaba de dónde sacaba tanta fuerza”, comentó.
“Lo más importante es su trayectoria y lo que él había anhelado hacer en su vida. Eso me dio fuerzas y dije yo también quiero hacer algo por mí. Sus ganas de triunfar y ser querido por la gente, todo lo que él había logrado era admirable. Yo lo conocí en un programa de televisión y tenía la mirada transparente, con mucha paz”, señaló.
Un grupo unido
Quintiliano afirmó que nunca perdió el contacto con el grupo de aquel Gran Hermano. Ya sea telefónicamente o por Facebook, conocen lo que ha sido de sus vidas.
“Para mí fue una importante experiencia de vida. Por entonces tenía 23 y me gustaba estar frente a las cámaras, mi objetivo era poder venir a vivir a Buenos Aires y trabajar. Me gustaba el teatro y ahora me gusta escribir”, señaló.
“Cuando Gran Hermano pasó por mi vida, no sabía cómo iba a seguir. Venía de Junín, no conocía Buenos Aires, me sentía un poco desorientada, porque iba por la calle y me reconocían. Después, empecé a preguntarme qué hacer, intenté, pero no me gustaba el camino por el que había que seguir, había que tener mucha exposición en boliches, a la noche, siempre inventar o armar alguna pelea con alguien para vender, para estar en algún lugar. No, no me gustaba. Yo quería ser actriz, quiero trabajar en esto o en algo relacionado pero no peleándome con alguien o salir desnuda”, aclaró.
Sus proyectos
Natalia siguió avanzando en Buenos Aires, y de a poco fue encontrando su camino.
No es que no le costó, al contrario, pero tener a su familia acompañándola siempre le jugó a favor.
“Seguí estudiando teatro y empecé a trabajar, buscaba un trabajo fijo. Yo tenía a Melina, mi hija, que por entonces tenía cuatro años, tenía que ocuparme de ella, buscarle un techo para vivir y darle una educación, así que me aparté un poco de toda la locura de lo que era Gran Hermano y trabajaba haciendo actuaciones en teatro. Alquilábamos salas con mi profesor Daniel Peirán y hacíamos obras. Estuvimos en el paseo La Plaza, en el Abasto, y en un teatrito frente al Abasto. Las obras eran algunas divertidas para chicos y otras dramas, para adultos”, contó.
“Y ahora estoy escribiendo una obra de teatro, que es un drama, donde se mezclan pasajes de mi vida con cosas imaginadas. Se llama ‘Parque de juegos’, protagonizada por dos actores en escena. Es una obra para pensar”, adelantó, entusiasmada.
Actualmente, la ex Gran Hermano pasa sus días con su bebé Agustín, de 20 meses, y su hija Melina, que ya tiene 14 años. Está en pareja desde hace cinco años con un vecino oriundo de Capitán Sarmiento, que vive con ella en Capital.
Sus padres, Alicia Sierra y Néstor Alberto Quintiliano y su hermana Claudia continúan con su vida en Junín, en la pizzería que ellos regentean, siempre pendientes de Natalia, que aunque esté lejos de casa, está muy cerca de su corazón.
TELEVISION Y TEATRO
Qué es de la vida de Natalia Quintiliano, la juninense que estuvo en Gran Hermano 3
La joven de nuestra ciudad que participó en una de las primeras ediciones de este reality show, ahora escribe un libreto teatral, con aires de drama, y vive en Capital Federal con sus hijos y su pareja. Su recuerdo de Juan Alberto Badía.
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