Finalmente llegó a las salas Caballo de guerra, la última película de Steven Spielberg, que transcurre en la Europa de la Primera Guerra Mundial y es candidata a seis Oscar de Hollywood.
A pocos meses de presentar el primer episodio de Las aventuras de Tintín con actores animados y para ver en 3D, Spielberg vuelve a la carga del gran espectáculo, esta vez con una historia que tiene como figura central a un valeroso y leal caballo.
A finales de 2009, Dreamworks anunció que había adquirido los derechos cinematográficos y -curiosamente- los teatrales para los Estados Unidos, de la novela War Horse, obra del autor de literatura infantil británico Michael Morpurgo, publicada en 1982.
La puesta británica de la obra, estrenada en Londres en 2006, era todo un éxito que el autor de Tiburón, La lista de Schindler y La terminal fue a ver por recomendación de sus productores de siempre, Kathleen Kennedy y Frank Marshall.
"Yo salí afectado, no por lo maravilloso de los caballos, mitad personas, mitad marionetas, sino por toda la obra que me atrapó emocionalmente”, dijo Spielberg después de verla y antes de reconocer que la pieza lo conmovió hasta las lágrimas.
Caballo de guerra, que comienza en 1914, cuenta la historia de Joey, un caballo pequeño pero muy esbelto y expresivo vendido en una subasta a un adolescente de Datmoor, un pequeño pueblo del sur de Inglaterra que, dicen no tiene el porte suficiente para soportar trabajos pesados en el campo.
Albert, el hijo del granjero que compró a Joey bajo los efectos del alcohol, tiene una fuerte conexión con él y no quiere que su padre lo venda a la caballería militar, cuando su familia, en buena medida por la compra de aquel animal, no tiene dinero para sobrevivir.
Joey será transportado a Francia, donde durante una feroz ofensiva es atrapado por las tropas alemanas, y luego pasará de manos otras dos veces antes de quedar atrapado dentro de un cerco con alambre de púas por años, y las posibilidades de reencontrarse con quien lo entrenó se alejan.
Sin embargo, la tenacidad del animal, su fuerza por sobrevivir y la lealtad que lo une al joven que lo entrenó y lo quiso como ningún otro, permitirá que la historia pueda tener un final conmovedor, como el de las viejas épicas de Hollywood.
Recién en mayo de 2010 se confirmó que Spielberg sería el director del proyecto del primer borrador de guión escrito por Richard Curtis y poco después se supo que el casi desconocido Jeremy Irvine sería su figura central, después de salir vencedor de un casting con más de un centenar de candidatos.
El resto del elenco lo completaron Emily Watson, Peter Mullan, David Thewlis, Benedict Cumberbatch, Niels Arestrup, Celine Buckens, Nicolas Bro, David Kross, Leonard Carow, Rainer Bock, Robert Emms y Patrick Kennedy.
El director de fotografía elegido fue el polaco Janusz Kaminski, quien desde La lista de Schindler, en 1993, acompañó a Spielberg en sus nueve largometrajes posteriores (excepto Las aventuras de Tintín, que no incluyó ese rubro por ser una animación) e incluso en Lincoln, que actualmente está en posproducción.
Créase o no, el presupuesto de Caballo de Guerra fue de 66 millones de dólares, es decir 100 menos que su competidora en varios Oscar La invención de Hugo Cabret, para dos meses de rodaje, más de 6000 extras, efectos especiales, y 14 caballos de tiro entrenados por Bobby Lovgren, que interpretan a Joey.
UNA PELICULA QUE CONMUEVE POR SU HISTORIA
"Caballo de guerra", una producción de bajo presupuesto de Spielberg
Podría caratularse como un filme íntimo, por lo personalísimo de la historia que vive el personaje.
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