Veinticinco años después, “Betty la fea” regresa… ¿más madura y más bella?
SEGUNDA PARTE DE UN ÉXITO QUE MARCÓ UNA ÉPOCA

Veinticinco años después, “Betty la fea” regresa… ¿más madura y más bella?

La telenovela más vista de la historia regresa en tiempo presente con casi todos sus personajes de entonces. Su protagonista, Ana María Orozco, anticipa cómo es esta nueva edición y cómo se las arreglará con la vigencia de un paradigma que censura los clichés machistas y los modelos de belleza “hegemónicos”.

Beatriz Pinzón Solano es inusualmente... poco agraciada. Le falta belleza por donde se la mire: es torpe para moverse, habla muy rápido, tiene unos enormes anteojos que espantan y, detrás, unos ojos que siempre parecen en actitud de asombro. Alrededor de ellos florecen lunares antiestéticos, un corte de pelo todavía peor... Ella es "Betty, la Fea" (nombre que seguramente hoy cuestionaría cierta corriente que lleva las críticas a modelos de belleza que se tildan de "hegemónicos" y la corrección política a extremos grotescos), la novela más vista de la historia según la guía de récords Guinness, y que ahora, 25 años después, regresa en una segunda etapa que muchos auguran igualmente exitosa.

Debajo de este personaje estrafalario y cautivante pese a todos sus clichés, había –y habrá, a partir de este viernes- una actriz inusualmente talentosa y de una belleza que su personaje vuelve impensada: Ana María Orozco, nacida en Bogotá en 1973. ¿Qué hilo conductor hay entre aquella versión y esta de “Betty la fea“, en un mundo que cambió en el modo de ver ciertas parodias?

Orozco responde: “Cuando hicimos la primera parte, no sabíamos qué iba a pasar. Hicimos nuestro trabajo con mucho compromiso. Pero nunca pretendimos hacer un éxito, ni pensamos ni soñamos con lo ocurrido después. Obviamente tenemos el recuerdo tan fuerte de los logros de esa primera parte. Pero ahora estamos trabajando igual, con los mismos talentos, haciéndolo con seriedad, amor y respeto. Además tanto la historia que vamos a contar como el legado de ‘Betty, la fea’ me dan confianza”.

Números Guinness

La primera parte de la novela que regresa este viernes en la plataforma de streaming Amazon Prime fue doblada en 15 idiomas y adaptada a 19, con su versión estadounidense transmitiéndose en cadenas de todo el mundo (TeleJunín, de hecho, la puso al aire en estos meses). Pero, más allá de los números, el universo que creó el afamado guionista colombiano Fernando Gaitán -en el que una chica que no cumple con los estándares sociales de belleza se enamora de un rico heredero de una empresa de moda- quedó impregnado en nuestra cultura.

En el imaginario latinoamericano todavía están presentes palabras como “peliteñida”, frases como “tan divino” y conceptos como “el cuartel de las feas”.

Gran parte del éxito de la producción se debió al trabajo de su guionista al estructurar los personajes e hilar una historia tragicómica que rompió con el acostumbrado melodrama de las telenovelas. Pero Orozco aclaró, en una entrevista que concedió al portal BBC Mundo, que “no queremos repetir ni copiar lo que ya hicimos. Lo que hacemos es continuar con las pistas que nos dejó Fernando Gaitán y el mundo de Betty que ya existe”.

“Betty la Fea 2” consta de diez capítulos disponibles en Amazon Prime, y no solo incluye a Beatriz Pinzón Solano, sino también a muchos de los personajes originales encarnados por los mismos actores. En la producción se cuenta lo que sucedió con Betty 20 años después de haberse casado con Armando Mendoza (Jorge Enrique Abello), con quien tuvo a su hija Mila (Juanita Molina). La protagonista enfrenta nuevas crisis familiares y empresariales, y se pregunta si hace dos décadas escogió el camino que realmente la hace feliz.

“Han pasado 25 años. Betty es una mujer madura. Por supuesto, no tiene todas las respuestas. Lo lindo es que ahora no tiene miedo a mostrarse vulnerable y a hacerse preguntas, a cuestionar. En la historia hay detonantes para que esto suceda. Pero puede decir lo que quiere y establecer hacia dónde va. Y eso me parece muy interesante del personaje”, agregó Orozco.

“Celebro que haya más inclusión”

La actriz acepta el desafío de tratar de encuadrar un personaje que, 25 años después, debe insertarse en un mundo en el que los derechos de la mujer, las personas LGBT y otros temas que la telenovela pone en discusión con sus clichés. “Celebro que haya más inclusión, que se hable de estos temas y que podamos hacer denuncias. Celebro que tengamos voz para tantas cosas que antes no y para tanta gente que sufrió por esa razón. Por lo menos hoy día se debate. Aunque creo que debemos continuar revisando estas problemáticas, porque todavía no hay un cambio total”, dice Orozco al respecto, y agrega: “Pero sí hemos avanzado con cosas que teníamos normalizadas y eran permitidas antes, como el trato machista de los hombres que podíamos ver en Betty”.

“Estamos siendo muy conscientes del momento que estamos viviendo. Tampoco vamos a promover un discurso o un mensaje, simplemente hay cosas que ya están fuera de lugar, dice para redondear el concepto de adaptación de Betty a los tiempos que corren.

Para cerrar, la actriz recuerda cómo fue el proceso de crear el personaje: “Fue muy divertido. Llevaba años actuando, había empezado mi carrera, pero pocas veces tiene uno la oportunidad de hacer un personaje tan caracterizado. Cuando leí la sinopsis, me enamoré, me encantó el personaje, sentí mucha empatía”.

Cómo se “construyó” el personaje

“Rápidamente empecé a hacerme una idea de lo que podía ser. Lo importante era tener en cuenta que el personaje iba a experimentar un cambio. Como si fuera el patito feo que alguna vez se convierte en cisne”.

“En cuanto a sus características físicas, cualquier cosa que le afeara tenía que ser algo no tan drástico. No podía tener determinada nariz o dientes, debían ser aspectos que después pudiéramos transformar y a la vez que fueran graciosos. Para el casting me inventé el flequillo, las gafas y también una especie de frenos con papel de aluminio”.

Y concluye: “Algo importante fue que el papel estaba muy bien escrito. Creo que Fernando Gaitán lo tenía muy claro. Entonces él propuso que tuviera una risa de ganso. Tanto Nicolás como Betty se ríen como gansos, decía el guion. Esa imagen del ganso como un ave medio torpe me ayudó un poco a imaginarme a Betty y jugar en cómo podía ser su risa. Ensayé y luego pasé el casting. A mí me parece muy gracioso el look de Betty. Tiene un lado muy naif, pero funcionó”.

 

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