La pionera de la danza moderna y creadora de la danzaterapia, María Fux, cumple este domingo 100 años de vida. A modo de festejo, su equipo organizó una danza improvisada al aire libre, con las medidas sanitarias correspondientes. Muchos participantes se acercaron, y las calles del barrio de Congreso se movieron para homenajear a la artista.
"La danza está en el hombre, en cualquier hombre de la calle y es necesario desenterrarla y compartirla", expresó Fux, que agradeció ver a tanta gente bailando.
María Ana Fux es madre del músico y compositor Sergio Aschero, abuela de la cantante Irene Aschero y prima del compositor Mario Litwin. Su carrera es extensa, y se ha consagrado como bailarina, coreógrafa y terapeuta argentina. Además de recorrer el país con su danza, también visitó América latina, Estados Unidos, la ex Unión Soviética, Israel y varios países de Europa.
En 1942, Leónidas Barleta, creador y conductor de Teatro del Pueblo, le permitió presentarse en ese escenario con "La última hoja", y en 1953 obtuvo una beca para tomar clases en Nueva York con Martha Graham.
Cuando regresó a Argentina, incursionó en la terapia, a partir de las dificultades de la hija sordomuda de una de sus amigas. Ello la ayudó a desarrollar la danzaterapia para niños, adultos y personas con discapacidad. El método original de la disciplina lleva su nombre.
Además de las interminables giras alrededor del mundo, cuando ello significaba una auténtica travesía, Fux realizó cursos, conferencias y seminarios de formación tanto en la Argentina como en el mundo, invitada por institutos y centros de salud, educación y cultura.
Su escuela de formación en el método María Fux tiene filiales en Europa y Brasil. Allí se capacitan fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, médicos, profesores de danza y de gimnasia, psicoterapeutas, psicólogos y docentes.
Al recibir una condecoración por su extensa carrera, en 2016, Fux propuso: "No se queden sentados mirando cómo el tiempo pasa. ¡Muévanse!".
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