Cada vez que a Luciana Salazar se la se la vincula con algún hombre, nunca es uno común y corriente. Empresarios, políticos y, bueno, economistas han sido los peces gordos con los que se ha relacionado a la mediática blonda que por estas horas está siendo protagonista de un rumor explosivo con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Según contaron ayer en “Intrusos” (América), Luciana Salazar, que hace semanas dejó el reality de Marce y se mandó a mudar a Estados Unidos para hacer vaya a saber qué, tiene un número de teléfono que difiere, por apenas un dígito, con el de Mauricio Macri. Y, cada tanto, le llegan a la modelo llamadas y mensajes que no son para ella sino para el ex Presidente.
En este marco, la argentina habría recibido un mensaje del italiano que decidió contestar. Develado el furcio, lo que debía haber quedado en eso, se extendió. Dicen que la charla se la alargó, que pegaron onda y que intensificaron los chats a puro “jajaja” y emojis.
Infantino, claro, quería comunicarse con Macri porque el ex primer mandatario argentino, antes presidente de Boca, tiene un cargo en la FIFA.
Abogado ítalo-suizo, que desde el 26 de febrero de 2016 se desempeña como presidente de la FIFA, de la que anteriormente había sido secretario general durante el período 2009 y 2016, Infantino está casado con una mujer libanesa de nombre Leena Al Ashqar y tiene cuatro hijos.
Hijo de italianos, estudió derecho en la Universidad de Friburgo (Suiza) y habla italiano, francés, alemán, inglés, español y árabe de forma fluida.
Nuestra Luli Salazar, con una carrera de modelo y algunas experiencias como actriz, se ha lucido en los programas de Tinelli. Su última pareja estable fue el economista Martín Redrado, con quien mantuvo una relación de mil y una ida y vueltas que terminó en escándalo. Es madre de Matilda, la hija que tuvo a través del método de vientre subrogado y nunca confirmó quién es el padre de la criatura.
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