“Vale la pena esforzarse, luchar, caerse y levantarse”, fue la frase del campeón de la segunda temporada de “MasterChef Celebrity”, que en las horas subsiguientes a su consagración en el reality culinario continuó manifestando sus emociones por lo vivido. “Feliz. Llegué a alzar la copa que es el motivo por el que yo entré al programa”, reconoció quien además aseguró que “yo vine a competir y eso siempre lo dije, por más que Cande (por Vetrano), una de mis mejores amigas, estaba ahí. Y por más que hubo un compañerismo divino, yo estaba compitiendo y quería conseguirlo. Es increíble porque siento que mi evolución se notó, en mi forma de cocinar. Al principio era un desastre y después siento que fui mejorando. Creo que eso se vio en los platos finales”.
Ese fue un resumen aproximado del ganador del concurso de cocina que el público volvió a elegir en esta segunda edición y que le dio a Telefe una importante cifra en materia de rating, con picos de 30 puntos. En una reñidísima final, el actor logró imponerse a Georgina Barbarossa según sus propias palabras porque “cuando pongo la cabeza en un lugar no paro hasta que lo consigo. Soy medio intenso”. Además de esta confesión, Dalmau aprovechó el espacio en los diferentes medios para dedicarle el triunfo “a mi familia y a los amigos. Me mandaron recetas, consejos y hubo un momento en el que ya no quería escuchar a nadie. De tanto amor y tanto querer ayudarme, tenía el Instagram y los mails llenos de veinte mil recetas”. Y se explayó: “Este programa lo pude hacer también por ellos. Por ejemplo, como yo estaba todo el día grabando, se largaba a llover y como yo había dejado todo abierto venían para cerrarme la casa. Esas pequeñas cosas hicieron para que uno pueda estar tranquilo y me pueda dedicar de lleno a MasterChef. Y un agradecimiento especial es para la gente del programa, los que laburan detrás de cámara, como la gente de producción, maquillaje, vestuario, contenido. Ellos son los que hacen el programa y le ponen cuerpo y el alma”.
De entre muchísimos aprendizajes, el campeón se siente que se volvió “filoso” con los platos y, retornando el tema de su evolución en la cocina, precisó: “Ahora busco que todos tengan algo crocante, que tenga un poco de acidez, de crocante. Que haya distintas temperaturas. Antes no me imaginaba que ciertas cosas podían ir bien con otras, como ponerle jengibre a una carne o a un puré.
Pienso mucho más en esos detalles y antes no le daba bola. Agregando un condimento te cambia completamente un plato. No lo creés, pero después se siente esa diferencia. No quiero decir que me volví más rompebolas…”, y dejó el suspenso, a modo de broma, añadiendo que descubrió “un montón de cosas que antes las pasaba por alto. Para que no suene como de rompebolas, se me puso el paladar más fino. Aprendí y hoy me doy cuenta de todo eso”.
También mencionó como fue estar en la final con una persona tan querida tanto por él como por sus compañeros, como Georgina Barbarossa: “Georgi más que una tía es como una madre porque tiene ese amor maternal y esa forma de ser. Es una gran compañera, graciosa y es una mina con todas las pilas”, reconoció, reflejando que el sentimiento entre ellos es mutuo, ya que en la gran noche del jueves, la actriz lo felicitó con un “hijito, te amo, estoy orgullosa de vos”.
Reconociéndose un fan del reality desde antes de que lo convocaran, Dalmau indicó que significó haberlo vivido desde adentro: “Para mí ya animarme a hacer un reality, que en mi vida se me había cruzado por la cabeza, fue toda una decisión. No pensé en el después de eso, me intrigaba más la participación en un programa así. Uno ve una hora de edición y en realidad fueron fácil diez horas por día. Fue un ritmo muy intenso y desgastante porque no era solo el programa en sí” y detalló que “fueron seis meses donde yo no corté de ver recetas, de levantarme temprano a la mañana para practicar, hacer cosas los fines de semana. Fue un curso acelerado de cocina y encima no solamente con las cámaras y el jurado. Yo lo defino como intenso. Me gustan los desafíos, la curiosidad, las aventuras. Me sorprendió para bien y también es muy demandante”.
Con respecto al tema de la “edición tendenciosa” que tanto se mencionó, el ganador afirmó que “la edición juega mucho en el programa” y él mismo se preguntaba por qué la producción omitía ciertas partes, hasta que entendió que al haber muchas horas de grabación, hay que editar mucho, y puso como ejemplo el escándalo con Claudia Fontán: “Por ejemplo, lo de la salsa de toffee de la Gunda pasó. No podían no ponerlo por más que quieran cuidarnos. Ya es algo que es parte del programa y vos firmaste para que te filmen todo el tiempo. Yo le dije a la Gunda ‘se lo diste en bandeja’, se los diste servido para que te hagan mierda. No es que la producción la hace mierda a propósito, pero es parte del juego de un reality”.
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Además del dinero en efectivo que se ganó (un millón 200 mil pesos), Gastón fue premiado con una beca para estudiar Gastronomía en el instituto Mausi Sebess y de eso también habló: “Estuve averiguando todo y el curso es increíble, es larguísimo, son diez meses y estuve averiguando si puedo hacerlo por módulos”. Esa introducción dio paso a una confesión del artista, que pretende volver a su primer amor: “Me gusta mucho la gastronomía, pero lo que yo quiero y lo que más extraño es actuar.
Tengo ganas de hacer ficción”. Y contó que “ahora por el momento me vuelvo a Los Ángeles unos meses, vuelvo a mi rutina, a mis cosas...” pero reveló que ya tiene “algunas cosas charladas con Telefe, nada cerrado, pero mi idea es seguir trabajando en donde sea y en lo que me gusta. Sea acá, en Los Ángeles o en donde se dé”. Y destacó que “extrañaba mucho trabajar acá porque se arma una camaradería con el equipo que en Estados Unidos no pasa tanto”. Ante el pedido de que brinde algún adelanto sobre ese proyecto con el canal de las pelotitas, el actor reiteró que por ahora son solo “charlas”, aunque indicó que “Telefe tiene varios proyectos y está todo en veremos, pero la reunión sobre qué me quieren ofrecer no la tuve. Yo estoy abierto a todo. Acabo de terminar un reality, así que estoy abierto, por ejemplo, a conducir un programa, que sería algo que me gustaría. Tengo ganas de hacer una serie, una película. Me gusta mucho la actuación, pero también me gusta el medio y yo trabajo atrás como delante de la cámara. Algo va a surgir”.
Para cerrar, hizo sus sugerencias para la producción y mencionó una figura que él convocaría para una tercera temporada: “Malena Guinzburg, que estuvo acompañando a la Gunda, y me pareció ideal. Es graciosa. Sabe cocinar, le puede aportar mucho humor, ganas y sé que le gustó mucho estar ese día. Ahí tengo el ojo de productor, por haber trabajado detrás de cámara aprendí muchas cosas. Male es un personaje que la reveo ahí”.
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