“Luis Miguel: la serie”, con nuevos capítulos
El domingo se estrena en Netflix el primer capítulo de la segunda temporada de la biopic del astro mexicano.
La segunda temporada de “Luis Miguel: la serie” comenzará a mostrarse a cuentagotas en Netflix desde este domingo, en una historia en la que veremos al astro mexicano luchando con sus demonios personales mientras intenta consolidar su carrera internacional.
Con uno de sus personajes más fuertes fuera de juego, tras la muerte de Luisito Rey en el final de la primera entrega, estos ocho capítulos incluirán caras nuevas que llegarán para contarnos un poco más sobre el detrás de escena del cantante, ese que no encuentra en YouTube.
“Lo importante de mi personaje es transmitirle a la gente el contexto bajo el que constantemente se encontraba Luis Miguel, qué tipo de personas lo rodeaban, qué tipo de información lo estaba nutriendo y con qué cargas éticas”, aseguró el actor Pablo Cruz Guerrero, quien, en estos nuevos episodios, le presta el cuerpo al misterioso manager Patricio Robles.
Guerrero, un actor mexicano cuya carrera profesional se ha desarrollado entre su país y España, se despega de todas las teorías sobre a qué persona del entorno del artista interpreta al decir que su personaje bien podría ser “la mezcla de varias de esas personas”.
“Patricio Robles es todo complementado en uno para tratar de transmitir emocionalmente todo lo que estaba pasando Luis Miguel”, admitió el intérprete durante una jornada de prensa virtual.
Para el actor, la presencia de este tipo de personajes satélites le servirán al espectador no sólo para “encontrar la identidad de una canción que ya conoce” sino, además, para “enterarse qué estaba pasándole a Luis Miguel cuando él estaba cantando esa canción por primera vez”.
Sobre Patricio Robles, Guerrero reveló que se trata de un personaje que llega para ofrecerle “una estructura” y “un orden” a la vida y obra de Luis Miguel, un acercamiento que será simbiótico. “Más allá de que sea un personaje ruin, es un personaje con unas carencias emocionales graves y ve en Luis Miguel la posibilidad de tratar de solucionar esas carencias con todo el adorno y la parafernalia que lo rodea”, reconoció.
De Robles, dijo que viene de una familia que siempre se ha movido en “un ambiente sumamente hostil” y esa hostilidad que mamó desde la cuna le sirve como coraza para cumplir sus propósitos. “Esta actitud obsesiva, compulsiva, analítica y estratega es la que yo le vengo a presentar a Luis Miguel, (vengo a decirle) ‘mientras estés tranquilo y me hagas caso, nos va a ir muy bien’”, contó. “Yo vengo a apelar a su pasión y a tratar de unirme a sus intereses para ver si podemos lograr un cometido en conjunto”, agregó.
Robles aparece para agitar la vida de Luis Miguel en la década del noventa, una época de las más fructíferas del ícono mexicano donde, entre otros hitos, fue el único artista hispano invitado a cantar para Frank Sinatra en su fiesta de cumpleaños número 80, en la que músicos como Ray Charles, Little Richard y Bob Dylan también le regalaron sus canciones.
Pero, como avanzó el teaser de la serie que Netflix lanzó en febrero pasado anunciando la fecha de estreno, “cuanto más brilla el sol, más oscuras son las sombras”.
La muerte de su padre, el cuidado de sus hermanos, la distancia con su novia y la obsesión por conocer el paradero de su madre serán el contrapeso de un mito en pleno ascenso en esta segunda parte de la serie que, como en la primera temporada, tendrá saltos temporales y viajará entre los noventa y el inicio del nuevo milenio.
En los 2000, veremos a Luis Miguel (Diego Boneta), apoyado por su nuevo amigo y manager Mauricio (Fernando Guallar), intentando sanar su propia herida paterna al reconectarse con su hija distanciada, Michelle Salas (Macarena Achaga), a quien no ve desde hace más de una década.
SU HIJA MICHELLE
La paternidad del “Sol de México” es un tema que siempre ha intrigado y generado especulaciones tanto de seguidores como de la prensa y sobre la que Luismi, que siempre mantuvo lo privado en privado, ha preferido mantener bajo siete llaves. Por eso, para Macarena Achaga, la joven actriz argentina que se suma a la serie para ponerse en la piel de Michelle, esta producción, que cuenta con el aval del mismísimo Luis Miguel, es un hallazgo.
“Siento que el hecho de que haya habido tanto enigma alrededor de toda esta historia, y que ahora por fin se vaya a ver cómo vivió él las cosas, me hace pensar un poco en lo importante que ha de haber sido la privacidad. Me parece bien bonito pensar que durante todos estos años estuvo la intriga de qué sucedió y viendo esto se van a poder dar una idea”, reconoció.
Para Achaga, tener esta visión de la historia servirá además para aprender a no prejuzgar. “A ese nivel, la serie me parece un gran aprendizaje. No creo que nadie pueda decir: ‘yo lo habría hecho mucho mejor’”, admitió.
Sobre su personaje, reveló que si bien tuvo contacto con Michelle, parte de su trabajo “era respetar la decisión de ella de cuánto se quiso involucrar”. En este sentido, contó que si bien tomó referencias del look de la hija de Luis Miguel, y ciertos detalles que la ayudaron en su proceso creativo, dejó en claro que su criatura “no deja de ser una versión que está curada por mi lente de Macarena”.
Para meterse en su papel, la actriz nacida en Mar del Plata, que tuvo sus inicios como modelo a los 15 años y que saltó a la popularidad en México gracias a la serie “Gossip Girl Acapulco”, tuvo en cuenta un detalle no menor. “La parte de la historia que van a alcanzar a ver en la serie es una temporalidad donde nadie la conocía en profundidad y estaba ella en construcción; entonces también me parecía interesante cuando empecé a preparar el personaje que tuviera todas las batallas que tuvimos todos como adolescentes. Al final del día, creo que todos nos podemos relacionar e identificar con un papá, y esa era mi tarea principal cuando estaba tratando de reflejarla: quería que tuviera una profundidad real que yo sintiera que si lo veía iba a poder empatizar con ella”, manifestó.
Macarena definió al vínculo de Michelle y Luis Miguel como “una relación universal” de padre e hija, en tanto, “todos tenemos una fibra de autoridad que nos marcó”. La actriz analizó que “con todas las dificultades, estos seres se están reconociendo”, como cualquier otro vínculo de paternidad pero “está este plus, pequeño detalle (risas): que mi padre es una estrella internacional”.
SU AMIGO MAURICIO
Fernando Guallar, un arquitecto español devenido en actor que saltó a la fama tras haber interpretado a Sergio en “Velvet Colección” (disponible en Netflix), es otra de las incorporaciones de la segunda temporada. En estos nuevos capítulos, que se irán estrenando desde este domingo a las 21 semana a semana, el actor se pone en la piel de Mauricio, un amigo de toda la vida de Luis Miguel que, en los 2000, será una especie de manager: decimos “especie” porque en la vida real, tras la muerte de Hugo López, el cantante no quiso volver a tener un representante.
El intérprete reconoció que no conocía demasiado sobre el fenómeno de Luis Miguel, pero apenas comenzó a meterse en su mundo, tras leer el guión y devorarse la primera temporada para “entender el código”, quedó fascinado por su vida “independientemente del mito”.
Tanto se encariñó con la persona detrás del famoso que, reconoció, le gustaría mucho tener la oportunidad de conocerlo en persona. “Creo que conseguí mimetizarme mucho con mi personaje, que es su escudero, su protector en ciertas cosas y ahora le defiendo muchísimo: Me ha pasado que empatizo mucho con él, con esa caída del mito, y tengo cierta sensación de protección hacia él. Me parece una vida muy complicada y fascinante”, admitió el español.
En relación a su Mauricio, Fernando remarcó que es uno de los pocos personajes que “vienen a nutrir de esa humanidad al mito, al ícono de Luis Miguel. Creo que es muy bonito cuando tú estás interpretando a un personaje que tiene un contacto directo, una confianza con ese mito. Mauricio sirve para contar cómo es Luis Miguel desde la vulnerabilidad, para humanizarlo mucho más”.
Según Fernando, tanto Mauricio como Michelle tienen un cariño verdadero por Luis Miguel, “entonces verle mal nos hace estar inquietos, y nos hace querer cuidarle. Afortunadamente, Micky sí se abre con nosotros en ciertos momentos, va a compartir con nosotros lo que no suele compartir con la gente, y ahí está la clave para humanizarle. Porque la gran mayoría de los personajes son satélites alrededor de él en cuanto a lo más meramente profesional: creo que a ninguno en el fondo le importa si esa persona está sufriendo más de la cuenta o no”.
Y si cuando viajó a México para iniciar el rodaje de la primera temporada la producción se frenó durante un mes por un terremoto, la segunda no podía ser menos y se paró por casi un año por una pandemia. Esas circunstancias, según manifestó César Bordón, le dieron un “halo sumamente exótico” a la continuación de “Luis Miguel: la serie” en donde sigue dándole vida a Hugo López, el manager del cantante que priorizó la relación afectiva a los negocios.
“En la segunda temporada, ese vínculo ya está aprendido, él ya es esa persona en la que puede confiar plenamente y Luis Miguel es ese joven, ya no tan niño, que él quiere y va a representar y apoyar por siempre”, aseguró el actor. Bordón admitió que si bien “el personaje tiene raíces de realidad, también es creado a partir de las necesidades que la ficción te presenta y esa necesidad, muchas veces, como me han dicho, ha coincidido con esa personalidad, con esa amabilidad o esa devoción que tenía el verdadero Hugo López”.