Vicky Xipolitakis lo hizo de nuevo. Otra vez, su nombre quedó en medio del huracán mediático luego de que un pedido de “uncombo” en un almacén de barrio se transformara apenas en la punta de un iceberg de mangueos que no entienden de rubros. La mediática quiere que le entreguen televisores, tablets, cartuchos de impresoras y más. Ella, que dice no tener ingresos, no tiene vergüenza para decir que estos intercambios son “una bendición”
Hace apenas un año, la Griega brindaba una entrevista desde Estados Unidos manifestando su “felicidad” porque su hijito “al fin pudo conocer la calle”, ya que sacarlo en nuestro país le daba “terror”.
“En Nueva York hacemos vida de nene y mamá normales. En Buenos Aires, en cambio, no puedo salir sola con él en brazos y, además, con la inseguridad me da mucho miedo”, reconocía Xipolitakis, dichos por los que se ganó varias críticas.
Otra de sus curiosas anécdotas data del 2017, cuando quiso realizar una “acción solidaria” y se paseó por el subte (también de Nueva York) con un estrambótico vestido de dólares: “Me fui al subte, que creo que es la parte más humilde. Me puse un traje lleno de dólares para que la gente agarre lo que necesitaba”. Muchas personas rememoraron esas antiguas declaraciones y su no muy lejano pasado de lujo y ostentación, ahora que la mediática pasó a ser “la reina del canje”. Es que recientemente se dio a conocer un audio en el cual la mediática solicitaba productos a cambio de una “mención” en sus redes sociales.
La madre de Salvador Uriel le había pedido a un almacenero que se arme “un buen combo” y entre los numerosos artículos que necesitaba, le pedía “unos champagnes riquísimos” que le “encantaría tener para un brindis”, después de despacharse con pedidos básicos: aceite, azúcar, fideitos para sopa, caldos, jugos, galletitas dulces y saladas, agua mineral baja en sodio. Indignado por el atrevimiento de la rubia, el comerciante dio a conocer los audios y ella quedó expuesta en todos los medios.
Este audio destapó la olla y se sumaron otros más, todos encabezados con el mismo latiguillo: “Hola.¿Hacés canjes?”. Lo curioso es que este episodio caratulado de“escándalo” tomó dimensiones inusitadas porque las demandas de Vicky no eran para “sobrevivir”, como ella viene declarando en los últimos tiempos, agobiada económicamente porque su ex y padre de su hijo, Javier Naselli, no le pasa dinero suficiente.
Pues sus solicitudes viraron del “queso untable” y los “fideitos” a “un televisor de 40 pulgadas” y una tablet de una marca específica. Xipolitakis también recurrió a una librería de barrio para pedirle insumos costosos, como cartuchos de impresoras, habló con una pastelería y con una Pyme con la que incluso se quejó porque no le enviaron lo acordado. “Te soy sincera, me llegaron las cositas pero me cuesta mucho agradecerte porque no era lo que
que me trae problemas y le fallaría a las otras marcas”, es su justificativo para no promocionarlos, añadiendo: “Yo te había pasado un montón de cosas y la verdad es que llegó muy poquito. Fijate cómo lo podemos solucionar por
favor”. La respuesta del amable emprendedor, también se dio a conocer y fue la siguiente: “Como te habíamos explicado, somos un emprendimiento chico de dos personas. De hecho, todo lo que tenés
ahí está fabricado por nosotros, no somos una gran empresa ni una fábrica. No hay problema, eso que te mandamos es lo que te podemos mandar porque a nosotros nos cuesta un montón de esfuerzo. Pero disfrutalo, usalo, no hay drama. Lo que no te mandamos es porque realmente no lo tenemos”.
Incluso llegó a pedir una torta pero “se olvidó” de agradecer por lo que, cuando la pastelera le reclamó, le dio una insólita justificación: palabras más, palabras menos, le dijo que “no aguantó la tentación y se comió la parte de arriba del pastel”.
Con el correr de las horas, el revuelo fue creciendo. Por supuesto, en las redes sociales se regodearon con memes y chistes acerca de los canjes de la mediática y sus “necesidades básicas”. A ella, poco lo importó lo que dijeron y salió a dar a hablar en“LAM”. “Para mí es una bendición muy grande que existan los canjes. Porque junto a los canjes y mi gran familia hace que no nos falte nada a Salvi ni a mí. No tengo otro tipo de ingresos, y hace más de un
año me dedico solamente al cuidado y crianza de mi hijo al 100%”, explicó escuetamente.
TIEMPOS DIFICILES
Vicky Xipolitakis, la reina del canje por Instagram
De aceite a cartuchos, de tortas a baby dolls, Vicky a cambio de publicidad en sus redes sociales.
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