Un año y dos meses después de sufrir una terrible caída durante un show en la ciudad de Tucumán, Sergio Denis falleció hoy en la clínica de rehabilitación integral en la que se encontraba internado.
El cantante, de 71 años, sufrió un politraumatismo severo de tórax y cráneo que lo tuvo en estado crítico desde un primer momento después que el 11 de marzo de 2019 y mientras realizaba un show en el teatro Mercedes Sosa, Denis cayó más de dos metros al foso de orquesta de la sala mientras cantaba su hit de fines de la década del `60 "Te llamo para despedirme".
Su hijo Federico Hoffmann confirmó la información a través de su cuenta Twitter, la misma que permanecía inactiva desde el año pasado, con un breve mensaje de despedida: "Hasta siempre viejo. Gracias por tanto. Todos los que te queremos de verdad".
El cantante permaneció en la capital tucumana hasta el 13 de abril del año pasado, cuando a bordo de un avión sanitario y luego de algunos días en que su estado de salud manifestó una leve mejoría, fue trasladado en un avión sanitario al sanatorio Los Arcos de la ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, pocos días después y como fruto de un cuadro complejo, la dirección médica de Los Arcos señaló en un parte médico sobre el estado de Denis que “su compromiso neurológico es severo como consecuencia de un extenso daño estructural cerebral, como ha quedado de manifiesto por su condición clínica y los múltiples estudios realizados por un equipo multidisciplinario”.
El martes 7 de mayo el intérprete fue trasladado a la clínica Alcla, en la que estuvo internado el músico Gustavo Cerati tras su accidente infarto cerebral en Venezuela, en julio de 2010.
Nacido en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez como Héctor Omar Hoffman, descendiente de alemanes y fanático de Racing, Sergio Denis desarrolló 50 años de una exitosa carrera como cantante romántico, encadenando a lo largo del tiempo una serie de hits que lo encumbraron en la fama como “Cada vez que sale el sol”, “Un poco loco”, “Gigante, chiquito”, “La humanidad” y “Te quiero Argentina”.
En el mes de marzo, Carlos Hoffman expresó que su hermano continuaba "exactamente igual que en ese momento”, en referencia a cuando sufrió la caída, es decir que "sigue desconectado". “Su físico está bien, él no necesita ayuda exterior para vivir pero su cerebro sigue desconectado del mundo real”, contó Hoffman.
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