Johnny Depp pelea por limpiar su reputación
El actor litiga en los tribunales contra su exesposa, Amber Heard, y los tabloides británicos tras ser acusado de maltrato.
¿Ángel o demonio? La sospecha se ha instalado sobre Johnny Depp y probablemente sea difícil desligar de él la sombra de las acusaciones de violencia doméstica realizadas por su exesposa Amber Heard. Antes de mayo de 2016 Depp era solo un actor excéntrico, con algunas salidas de tono esporádicas e indumentarias estrambóticas pero muy querido por los espectadores, enamorados de Jack Sparrow, el simpático personaje que interpreta en la saga cinematográfica Piratas del Caribe.
Después de esa fecha que pesa en el calendario del intérprete de 56 años como una losa, todo cambió. Solo un año y tres meses antes Johnny Depp había contraído matrimonio con Amber Heard en una ceremonia civil privada en su casa de Los Ángeles. Fue el 3 de febrero de 2015 y habían pasado cuatro años desde que se conocieron en el rodaje de la película The rum diary (Los diarios del ron) en la que ambos eran protagonistas. Lo celebraron por todo lo alto en una isla privada de Bahamas que el actor había comprado en 2004 por casi 3,3 millones de euros. En aquel momento parecía que se abría una nueva etapa feliz para el intérprete después de su divorcio de la actriz y cantante francesa Vanessa Paradis, de quien se separó en 2012 después de 14 años de relación y con quien tiene dos hijos, Lily-Rose y Jack, de 19 y 16 años respectivamente.
No tardó mucho en comenzar una pesadilla que aún no tiene una víctima clara aunque Depp ha decidido luchar con todas las fuerzas para limpiar su imagen del calificativo de maltratador en el que no cree ni su primera esposa, Vanessa Paradis, ni algunas de las mujeres que han sido sus parejas en la vida profesional o personal, como las actrices Penélope Cruz y Winona Ryder. Un camino tortuoso que el 27 de mayo de 2016 llevo a un juez a emitir una orden de restricción temporal contra Depp por violencia doméstica. Las imágenes de Amber Heard con las señales de los presuntos golpes propinados por el actor aparecieron en periódicos sensacionalistas a pesar de que la policía de Los Ángeles no encontró ninguna evidencia de delito. El 16 de agosto de ese mismo año la actriz retiraba las acusaciones tras llegar a un acuerdo de divorcio en el que recibía casi 6,4 millones de euros y la expareja emitía un comunicado afirmando que su matrimonio fue “muy apasionado y a veces volátil, pero siempre unido por el amor”.
Aparentemente cerrado este capítulo, otra brecha se abrió en la reputación de Johnny Depp en enero de 2017 cuando inició acciones legales contra sus exrepresentantes, The Management Group, liderado por Joel y Robert Mandel, que se encargaron de los asuntos del actor durante 17 años. Depp les acusó de gastar millones sin su permiso y les reclamaba 25 millones de dólares (22,8 millones de euros) en concepto de daños. Ellos argumentaron que el único responsable de sus problemas financieros era el propio artista que había gastado millones en caprichos locos: vino a raudales, casas de lujo, seguridad, aviones privados..., y le reclamaban más de 500.000 euros por difamación. Ese capítulo se cerró en julio de 2018 con un acuerdo un mes antes de la fecha fijada para el juicio y con ambas partes satisfechas. Un portavoz del actor publicó un comunicado muy claro sobre sus intenciones: “La demanda y el acuerdo posterior son una demostración más de que Johnny está decidido a tomar medidas para proteger su reputación en pos de su familia y su carrera. (...) y centrar toda su atención en su labor artística”.
Todo parecía encauzado de nuevo en la vida del pirata Jack Sparrow pero el 18 de diciembre de 2018 The Washington Post publica un artículo de opinión de Amber Heard, embajadora de los derechos de la mujer en la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, instando a apoyar a las mujeres que sufren violencia doméstica. “Hace dos años, me convertí en una figura pública que representaba el abuso doméstico, y sentí toda la fuerza de la ira de nuestra cultura por las mujeres que hablan”, escribió Heard. Y la batalla comenzó de nuevo.
El 1 de marzo de 2019 Depp presentó una demanda por difamación contra su exesposa por insinuar que era un maltratador y causar que le despidieran de la franquicia de Piratas del Caribe y afirmó que la víctima de su violencia en realidad fue él. Heard contraatacó un mes después con su respuesta judicial en la que afirmaba que era un “monstruo”. Y Depp contestó que ella falsificó pruebas contra él y afirmó en su alegato que nunca ha abusado de ninguna mujer y que continuaría negando esas acusaciones por el resto de su vida. El 10 de marzo era el plazo que tenía el actor para presentar todas las pruebas y grabaciones que avalaran su versión de los hechos.
Lo cierto es que la guerra para lavar su imagen continúa y no se han librado de ella ni los medios que, como The Sun o su columnista Dan Wootton, han publicado artículos que Depp considera difamatorios y que le han perjudicado para continuar su carrera en el cine. Esta primera nueva batalla comenzará el próximo 23 de marzo en Londres cuando se celebre el juicio que le enfrenta al tabloide. Depp está dispuesto a hacer uso de toda la artillería, incluidos los testimonios de compañeras y exparejas, para que el público vuelva a quererle y la industria cinematográfica siga contando con él entre sus filas.