En junio de 2014, después de admitir en vivo que le pidió a su amante, Fabiana Liuzzi, que abortara a su hijo, la situación de Luis Ventura en Intrusos nunca fue la misma. El repudio mediático fue tal que el conductor decidió pedirle la renuncia al periodista, su gran amigo durante más de 20 años. Ventura nunca volvió al programa y el vínculo entre ambos se rompió.
A cuatro años de aquel episodio, el periodista finalmente habló de la pelea: "Lo que más me dolió fue lo de Rial", definió. No tuvo que ver con el contenido, sino, con la forma, porque la relación era muy cercana, tanto, que Ventura es el padrino de Rocío, la hija menor del conductor. Resulta que el conductor nunca le dijo con todas las letras que lo había despedido de Intrusos: "Nunca me lo dijo, él dijo que me daba una licencia. Yo estando internado en terapia intensiva, viene mi mujer (por Estela) y me dice 'Rial está diciendo que te despidió'. Eso no me lo banqué y me dolió", recordó, invitado a Incorrectas, el ciclo de Moria Casán.
"Era mi hermano, y de la misma manera que yo tapé, y sigo tapando, y guardaré silencio hasta mi muerte de todo lo que aguanté y él sabe que callé (...) Yo a Jorge lo sigo queriendo, yo lo compré. No puedo dejar de quererlo, viví 40 años queriéndolo. A lo mejor no conozco a este Jorge. Para mí este de hoy lo tengo tan lejos, tan distante, que no lo conozco. Pero esto no lo digo acá, se lo he dicho a él. A lo mejor es una charla que nos debemos, si corresponde que nos juntemos algún día. De mi lado, acá estoy siempre", continuó.
Cerró con una frase muy de su estilo: "¿Sabés por qué tengo huevos yo? Porque me siento adelante del diablo y lo miro a la cara".
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