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Cabrera y Buscaglia se inventan un dúo para tres shows en el país

Los músicos construyeron un universo propio, son cantores, compositores, inquietos, genuinos, prolíficos y se convirtieron en referentes de la camada de músicos jóvenes.

Los cantautores uruguayos Fernando Cabrera y Martín Buscaglia, dos grandes exponentes de la música rioplantense contemporánea, iniciarán hoy su primera presentación juntos en la Argentina, que incluye recitales en Rosario, Buenos Aires y Bahía Blanca.

Nacidos en Montevideo y cultores de estéticas musicales singulares, Cabrera y Buscaglia tocarán por primera vez a dúo en el país, en el marco de encuentros en los que tocando guitarras eléctricas interpretarán juntos canciones de cada uno y en el que también tendrán su espacio en solitario, con estrenos incluidos.

De buen humor, lúcidos y generosos, ambos hablaron acerca de la serie que iniciarán esta noche en Plataforma Lavardén (Sarmiento 1201 de Rosario), mañana a las 21 con un concierto gratuito en la sala Auditorio de la Usina del Arte (Caffarena 1, Capital) y que finalizará en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca el domingo 4 en el Teatro Municipal (Alsina 425).

“De esta unión se desprende algo nuevo, una tercera propuesta. la idea de que uno más uno es tres”, coincidieron los músicos en una charla que mantuvieron con Télam en un hotel del barrio porteño de San Telmo, donde se hospedan.

“No es que Fernando se acople a mí y yo a él, sino que uno más uno es tres, es ver como de dos mundos podés generar otro, una luna, un asteroide”, expresó Buscaglia, quien viene forjando un camino intenso que lo llevó a editar seis discos de estudio -dos de ellos a dúo con el español Kiko Veneno y otro con el artista uruguayo Antolín-, un álbum en vivo, y un DVD junto a su banda Los Bochamakers.

Si bien pertenecen a generaciones diferentes -Cabrera es casi contemporáneo a Mateo y Darnauchans, a quienes les dedicó un disco el año pasado, y Buscaglia es hijo de Nancy Guguich y Horacio Buscaglia, íconos de la música oriental, ambos coinciden en varios puntos.

Los dos construyeron un universo propio, son cantores, compositores, inquietos, genuinos, prolíficos y se convirtieron en referentes de la camada de músicos jóvenes, algo que a ninguno de los dos los modifica ni los desvela, rasgo que los hace conservar una frescura que se traslada a sus obras.

Un lazo fuerte entre ambos es “la conexión con la cosa uruguaya”, como destacó el mismo Buscaglia. “La raíz que va de Gardel en adelante es algo que nos une a ambos con énfasis, los dos somos apasionados de Carlos Gardel y de Eduardo Mateo.
Uruguay tiene una tradición larga de compositores solistas, singulares, y Fernando en ese collar es una gema preciosa y yo me siento parte de esa tradición también con los que vinieron antes y con los que vendrán seguramente”.

Para ambos, este encuentro implica el ejercicio de humildad, de salirse de sí mismos para entrar por un rato en el mundo del otro.

“Meterte con otro te obliga a usar otras herramientas -indicó Buscaglia-. Comparto con Fernando la sensación esa de ser agradecido con el poder dejar de ser uno, sobre todo cuando tenés un oficio de muchos años. En cualquier labor vas buscando una esencia y una vez que la tenés es un alivio a veces salirse de uno”, agregó.

“Fernando es Fernando siempre -continuó-, 'cabreriza' lo que hace y ahí está la gracia, al mismo tiempo el intentarlo es un ejercicio saludable, el alejarse de tu zona”.

En busca de más sensaciones en torno al encuentro, insistió con que “no hablo de tu zona de confort porque es confortable tocar juntos, porque la única manera de armar algo así, un dúo, en sí la cosa es simple. Hay una simplicidad y una exigencia en el aprender un repertorio del otro y ver como amoldarte, sumar, y no deglutirlo ni ser fagocitado por el otro, eso lo maneja la música, la música te va guiando”.

En relación a la conciencia con la que ambos viven el hecho de tocar en vivo, Cabrera sostuvo que “la música es como el agua y vos, cuando tocás, sos una canaleta por la que corre esa agua”.

"Lo que nos une es la música. Nunca soñé con ser músico, de chico tocaba la guitarra y cantaba en los encuentros con mis amigos pero nunca soñé con esto. Estoy al servicio de la música”, sintetizó Cabrera, autor de piezas como "La casa de al lado" y "Te abracé en la noche", quien desde hace unos años disfruta de un reconocimiento y una popularidad que cultivó en cuatro décadas de trayectoria.

Cabrera y Buscaglia compartieron escenarios y grabaciones anteriormente en la Expo Zaragoza, en el Teatro Solís junto a Fito Páez, en el Estadio Centenario homenajeando a Alfredo Zitarrosa, pero nunca se habían presentado a dúo en el país, y tampoco en Montevideo.

Una de las particularidades de estos shows, según destacó Buscaglia “es que vamos a tocar los dos con guitarra eléctrica, es algo que nos obliga a buscar algo diferente”.

“Con los años hemos desarrollado un toque particular y reconocible, así en dúo tenemos la posibilidad de que eso pase un poquito adelante, los dos tocamos en quinteto, de hecho compartimos el tecladista (Herman Klang), y en esos quintetos no hay tanto lugar para este toque, porque allí trabajás para que la maquinaria ande”, contó Buscaglia, en relación el aspecto más técnico de estas presentaciones.

En cuanto al significado de tocar en Argentina, Martín expresó: “Los dos venimos mucho y recibimos el cariño en ciudades grandes y en pueblitos recónditos, eso es algo que no estaba en mis planes por ejemplo, y es de lo que más agradezco a la música. No estaba el anhelo de recibir eso que pasa cuando girás tanto; esa posibilidad de tocar que nos ha dado en gran parte Argentina, nos permite desarrollar un contacto cabal con la música, que es tocar en vivo. No todo músico tiene esa posibilidad”, concluyó.

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