La exposición "Revelaciones sobre papel. 1922-1981" que inaugura mañana en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba) reúne 222 dibujos inéditos de Antonio Berni (1905-1981) que atraviesan toda su carrera¬, desde paisajes de las afueras de su Rosario natal, dibujados con apenas 17 años, hasta bocetos para los murales de la capilla de San Luis Gonzaga fechados el mismo año de su muerte.
Además de pintor, grabador y escultor, Berni fue un dibujante compulsivo -atesoraba cuadernos y lápices desde niño- y así lo atestiguan los dibujos que hasta el 19 de febrero podrán verse en la planta baja del edificio de la avenida San Juan 350: variaciones sobre papel en témpera, acuarela, fibra, birome o tinta, que por un lado develan su trabajo en torno a obras reconocidas y, por el otro, muestran sus obsesiones y una forma de estar en el mundo.
Las obras expuestas en el Mamba se resignifican en una actualidad de crisis sociopolìticas -hay dibujos de Tlatelolco, París del 68, las guerras de Vietnam y Corea, la dictadura argentina- y son el resultado de un hecho fortuito: el hallazgo de un par de carpetas con 400 dibujos de Berni durante la mudanza de una familia vinculada al arte cuya identidad no trascendió.
"Casi todos restaurados", esos papeles pasaron a manos de la galería Cosmocosa desde donde le pidieron un diagnóstico a Emilio Pacheco, historiador y asesor de Patrimonio del Mamba, que "realizó un pormenorizado análisis de cada pieza, distinguiendo lenguajes, iconografías y temáticas comunes", dice Sofía Dourron, coordinadora de curaduría del museo porteño.
La sala muestra un recorte de ese estudio, organizado en nueve ejes temáticos, cada uno con su propia cronología aunque estableciendo vinculaciones entre sí, como los "Desnudos" que muestran el intenso trabajo de Berni sobre la figura femenina o los "Retratos" a pedido -con los que se costeó buena parte de su economía personal- y otros hechos como parte de su búsqueda estética personal.
Los "Paisajes" de la Rosario de los prostíbulos de su juventud o la Mar del Plata aristocrática de mitad del siglo XX marcan la evolución del veinteañero que viajó a París para reforzar sus estudios, donde conoció la pintura metafísica, el surrealismo y el compromiso de la práctica artística en estrecha vinculación con la realidad política y social que marcó su obra hasta el final, y originó emblemáticas figuras como Juanito Laguna y Ramona Montiel.
"Hay elaboraciones que luego vemos en su obra (Ramona aparece esbozada en varias ocasiones) y otras que nunca más aparecen, como un atípico murciélago con cara de televisor"; son parte de las rarezas de la muestra que, entre otras imágenes, rescata una serie erótica con fondos lunares realizada en 1971, en el marco de la llegada del Apolo XV a la luna.
Un sector restringido, "Papeles reservados no ATP: burdeles, El Decamerón, Variaciones sobre El Bosco", revisita un tema central en su carrera como los burdeles y la prostitución y muestra algunos collages con escenas explícitas de sexo, por ejemplo, en una catedral.
Mientras que los "Murales" es un segmento que reúne bocetos de las Galerías Pacífico, en la época del Taller de Arte Mural fundado junto a Castagnino, Spilimbergo, Urruchúa y Colmeiro.
Pueden tratarse de las "Ilustraciones", núcleo que muestra su marcado vínculo con los medios gráficos masivos y la cultura popular.
CIUDAD DE BUENOS AIRES
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