Confort y diseño

Lugares donde guarecerse, descansar, disfrutar un sueño ligero. El sofá es uno de los elementos estrella del salón y, por eso, no hay que descuidar su elección.
Por pequeño que sea el sofá marca la personalidad del comedor o del espacio para el ocio común. Las líneas rectas y el diseño Art Decó son las tendencias que definen el estilo de esta temporada.
El sofá es una de las piezas más importantes de nuestro hogar y hay que considerar en su elección no sólo su estética sino la utilidad que le vamos a dar. De dos o tres plazas o aquellos que incluyen un apéndice para reposar las piernas o tamaño maxi esquinero en el que caben entre seis y ocho personas, las posibilidades son infinitas. Lo importante es no olvidar la comodidad que nos vaya a brindar.
Diseños elegantes y atemporales, como los clásicos chéster y las chaise longue, crean un ambiente agradable en el que reposar, donde aprovechar los minutos para una pequeña siesta o para una lectura sosegada de un buen libro.
Diseños a medida en terciopelo, algodón o cuero y colores tan novedosos como los rojos, verdes, morados, rosas, azules y los estampados más diversos, sirven para decorar el hogar más exigente. Sin embargo, una de las apuestas de la temporada se aleja de esta variedad de color y viene de la mano del tapizado en piel de potro envejecido.

Colores y espacio
A pesar de los tonos más atrevidos, lo que verdaderamente marca la tendencia en color es la "diversidad de grises" que ofrecen las telas. Las tonalidades neutras y los tonos tierra siguen manteniendo su hueco en la paleta de color de este tipo de mobiliario, sin embargo, el tono wengue que antes era uno de los más destacados ha quedado relegado.
Interioristas reconocen también que existen medidas para cada tipo de espacio, un detalle fundamental a la hora de elegir el diseño. Pasarnos de tamaño o no llegar a cubrir la superficie planeada para el sillón, puede dejar a la pieza en el ridículo más absoluto.
Las colecciones más modernas se han alejado de las tendencias minimalistas y han decidido apostar por diseños más cálidos y barrocos que se adaptan bien a cualquier hogar. Entre ellos, los tradicionales chester, llaman la atención.
En el mercado se los ve actualizados. Sus diseñadores han huido del característico tapizado en cuero o terciopelo y han optado, en cambio, por una tela más fresca y natural, como el lino, que, según los especialistas, combina con todo tipo de estilos.
Los diseños Art Decó, en tanto, manteniendo una línea clásica saben adaptarse a todo tipo de ambientes, aportando una decoración señorial muy actual.
En relación al terciopelo, especialistas en decoración aseguran que "se ha instalado para quedarse" y afirman que "no es un textil al que haya que tenerle miedo, a pesar de ser una de las telas más delicadas".
Por otro lado, hoy en día hay firmas que trabajan con sillones cien por cien algodón y para la tranquilidad de las amas de casa, existen en el mercado productos de limpieza específicos para ellos.

Buena elección
Para elegir un sillón hay diversos aspectos a tener en cuenta, unos funcionales y otros decorativos, aunque la calidad, el precio y la apariencia son las tres cuestiones sobre las que decidir. Un buen acuerdo entre todas ellas es lo ideal, debemos elegir un sofá bueno y duradero, que se adapte a nuestro presupuesto y que nos guste.
Sin duda lo primero es la calidad, puesto que en los asientos, en especial en el sofá en el que pasamos muchas horas, buscamos confort para un descanso reparador, además de poder realizar en ellos actividades diversas, como leer, ver la tele, merendar o navegar por internet con comodidad, en ese sentido nos interesa analizar las dimensiones y los materiales con los que esté fabricado.
Sin duda la elección del sillón es muy personal y además muy importante porque condiciona la decoración del resto de la sala de estar, aún cuando buscamos un asiento moderno, hay algunos que mantienen más una esencia clásica y otros especialmente vanguardistas; de todos modos, con el tiempo, el tapizado se puede renovar por completo o con una simple funda. Lo más importante, es estar cómodo.

¿Cuál es el sillón ideal?
Puede ser mullido o más rígido; tener uno, dos o tres cuerpos; acaparar todo el ancho de una pared o dar personalidad a un rincón, y hasta es posible que traiga al presente un estilo antiguo o deje ver las modernas tendencias. Un sillón encierra en sí muchas opciones e incluso acciones.
El primer paso es definir para qué queremos el sillón, si será para un living, una oficina, si irá contra un muro o en medio de la sala. Por supuesto, el tamaño dependerá del lugar disponible. Luego, hay que ver en qué contexto se lucirá.
En este sentido pues puede ir en concordancia con la decoración o ser una pieza de contraste, una tendencia que actualmente está reinando. Con estos datos ya es posible ir definiendo detalles como el tipo de tapizado, el estilo del mueble, el color y más.
En cuanto a la comodidad, eso dependerá de la función que tenga el sillón. Los mullidos son ideales para sentarse y recostarse, para mirar una película y descansar.
Por otro lado, los más firmes y planos son óptimos para charlas de café, para una lectura en una buena posición corporal y hasta para reuniones de trabajo.
El último punto a tener en cuenta es el presupuesto. Si se posee poco dinero disponible, el mercado ofrece unas muy buenas ofertas de usados que con un poco de creatividad y trabajo pueden ser reciclados logrando maravillosos resultados.
La ventaja de esta última opción es que lograremos una pieza totalmente personalizada.
Finalmente, todo sillón puede ser acompañado por accesorios que realcen su belleza.
Así, encontrarás que un mueble puede cambiar totalmente el aspecto de un ambiente.