Más que una columna de opinión, en las próximas líneas leerán un encendido llamado proselitista: únanse a Twitter. Lo haré sin concesiones y buscaré dar ejemplos de que en esta red social puede haber algo interesante para todos y todas.
Lo más importante es entender que para disfrutar de Twitter no hace falta contar con un millón quinientos mil seguidores como Luisana Lopilato (@lulopilato), la persona con más followers de la Argentina; ni estar tan activo como el periodista Juan Pablo Varsky, cuya cuenta deportiva @VarskySports promedia cientos de tuits por día. Sólo hace falta un poco de curiosidad y ganas de meterse en esta conversación global que muestra propuestas para todos los gustos.
Probablemente los interesados en la farándula sean los más beneficiados. Los famosos cuentan desde cuándo van al baño hasta sus nuevas relaciones amorosas. Luciana Salazar, por ejemplo, eligió su cuenta (@lulipop07) para revelar que había formalizado su relación con el economista Martín Redrado, ex presidente del Banco Central.
El interesante mix de estas dos personalidades da el pie para hablar de política, uno de los sectores que más a gusto se encontró en el planeta que restringe todo a los 140 caracteres. Ya se ha dicho la mayoría –desde que el presidente de EE.UU., Barack Obama, basó su campaña en Twitter hasta que determinados funcionarios pasan más tiempo en la red social que en la gestión– pero no deja de ser un lado muy atractivo.
Los políticos argentinos están casi todos y entre discusiones o chicanas se sacan chispas. Seguirlos también es anticiparse a los medios de comunicación tradicionales, que muchas veces basan sus contenidos en declaraciones surgidas en Twitter.
Los periodistas suelen también aportar a la conversación y la actualidad corre en tiempo real. Muchos de los acontecimientos más importantes están en el minuto a minuto y relatados por sus protagonistas. Eso sucede en tragedias como la del tren en Once –el hashtag #Once brindó durísimas revelaciones– o en espectáculos deportivos.
La vinculación con el deporte es, de hecho, una de las facetas más destacadas de la red social. Leer a dos muy buenos tuiteros –los términos ya están aceptados por la Academia Argentina de Letras– como Emanuel Ginóbili (@manuginobili) o Luis Scola (LScola4), por poner dos ejemplos, es sentirse que uno está al lado de ellos al leer mensajes como: “Qué duro fue marcar a Kobe Bryant”, o “esta noche no pudimos frenar a LeBron James”. Algo parecido sucede con los artistas: hace pocos días Estelares (@estelares) anticipó que faltan pocos días para que esté listo su nuevo disco.
Si hasta ahora piensa que Twitter es puro entretenimiento, se equivoca. Los profesionales y empresas más importantes del rubro en el que trabaja probablemente estén en Twitter.
Productores y quienes trabajan en agro, por ejemplo, no pueden perderse el hashtag #campo. Noticias del sector, la experiencia de distintos ruralistas en todo el país y un poco de política están presentes en esta red social. Durante la última sequía fue muy interesante el minuto a minuto de las lluvias, que detallaba en tiempo real cuántos milímetros caían en cada distrito.
Si le quedan dudas sobre si vale la pena ingresar al mundo Twitter, le pido que haga la prueba. Que siga a algunos políticos, periodistas, deportistas y referentes de ámbitos que le interesen. No lo voy a defraudar.
COMENTARIOS