Escuchar: hay que valorar la opinión del otro sin interrumpirlo.
Ponerse en el lugar del otro: cuando se consigue prestar atención a lo que la pareja tiene que decir, es momento de dejar el orgullo a un lado y sentir empatía por lo que el otro está sintiendo.
Contar hasta diez: si las cosas se están saliendo de control, hay que calmar los ánimos y ésta es una buena técnica para no dejarse llevar por el enojo, de acuerdo con los expertos.
Expresar y explicar: hay que recordar que el otro no es adivino, así que es importante comunicar lo mejor posible cuál fue la molestia y el punto de vista al respecto.
Negociar: llegar a un acuerdo con la pareja significa ceder en algunas cosas y aceptar cuando la otra parte tiene más puntos a favor.
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