Una oportunidad que no debemos perder

“No tengo ninguna duda de que el futuro del automóvil es eléctrico. Incluso quienes no creen que el uso de combustibles fósiles está generando un peligroso calentamiento global (lo que no es mi caso), no pueden negar que las reservas de hidrocarburos se están agotando, por lo que podrían durar con suerte unos cincuenta o cien años más.
La clave de los autos eléctricos es la acumulación. Por ahora las únicas baterías capaces de sustentar su funcionamiento son las de litio, un mineral que abunda en nuestro país. De hecho, el 85% de las reservas mundiales de litio se encuentran entre Bolivia, Chile y Argentina. Aun así no tenemos todavía una fábrica propia de baterías de ion- litio que nos permita participar tanto del futuro de la industria automotriz como del presente de la industria de la telefonía celular. En su lugar, seguimos vendiendo nuestro litio a China, que a su vez nos vende baterías para celulares con valor agregado y a un costo muchas veces mayor.
Es cierto que mientras el precio del petróleo siga estando bajo, el desarrollo de automóviles eléctricos tal vez no avance tan rápido como esperan algunos, pero sin duda tarde o temprano van a llegar. En ese caso... ¿el país estará en condiciones de gastar millones de dólares anuales para la compra de baterías en el exterior, como lo hace actualmente? Es una cuestión estratégica de futuro.  Por eso, en la medida en que sigamos discutiendo por la brecha y especulando con el dinero en lugar de invertir en producción, cuando finalmente se impongan los autos eléctricos vamos a perder la enorme oportunidad de producirlas en el país”.

COMENTARIOS