Seis ejercicios para mejorar la inteligencia emocional

La inteligencia emocional es definida por Daniel Goldman, un especialista en ella, como la capacidad para reconocer los sentimientos en uno mismo y en otros, siendo hábil para gestionarlos y dirigirlos a la hora de relacionarse con los demás.
La persona con un alto nivel de inteligencia emocional es aquella  que tiene la capacidad de ajustar sus comportamientos y emociones a las situaciones y esto lo pueden hacer por su capacidad para reconocer sus propias emociones y las de los demás. Los seis pilares considerados básicos para trabajar la inteligencia emocional son los que siguen.

1. Conocer las propias emociones. Saber cuál es la reacción propia ante ciertas situaciones, conocer qué cosas no se soportan de los demás, que cosas nos hacen sentir mejor y aquello que nos motiva.

2. Trabajar la empatía, que es la capacidad de ponerse en el lugar del otro antes de juzgar sus acciones.
3. Trabajar el equilibrio emocional, que consiste básicamente en controlar la impulsividad y pensar antes de actuar.

4. Trabajar las habilidades sociales. Saber reconocer las emociones de los demás y buscar el bienestar del otro tanto como el propio.

5. Automotivación. Entender que cuanto más grande sea el esfuerzo mayor será la recompensa. Eso evitará quedarse a mitad de camino al emprender algo y obtener la fuerza necesaria aún en los peores momentos. Y sobre todo no dejar de intentarlo nunca.

6. Trabajar por la propia felicidad. A veces el concepto de felicidad en la sociedad de consumo se asocia al poseer cosas. La inteligencia emocional entiende a la felicidad como un estado que se logra al lograr gestionar las emociones y tener empatía con los demás. De este modo, el bienestar no depende de las circunstancias externas.

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