Los automovilistas saben que está prohibido hablar por teléfono mientras conducen, pero igual lo hacen porque simplemente no pueden ignorar una llamada. Llevan el smartphone en la mano, incluso teniendo conciencia que ponen en peligro su vida y la de los demás.
"Toda persona sólo puede prestar atención hasta cierto límite. Si los conductores se dedican a su móvil, una parte de su concentración ya no está puesta en la calle o en la conducción. Y esto puede convertirse en un riesgo", advierte el experto en psicología de tránsito Peter Kiegeland.
"Lo más peligroso es quitar la vista, es como conducir de noche sin luces", señala el especialista alemán. Conducir a 100 kilómetros por hora y mirar dos segundos el móvil equivale a recorrer una distancia de 60 metros a ciegas, indica el Auto Club Europa (ACE).
De acuerdo con un estudio estadounidense, el riesgo de accidentes aumenta considerablemente si se utiliza o se busca el teléfono móvil en el coche. En particular la lectura y la escritura de mensajes de texto son peligrosas.
Tampoco los sistemas de manos libres son una solución porque "también generan distracción", enfatiza Kiegeland.
Sin embargo, a diferencia de hablar con el smartphone en la mano, no está prohibido conducir y llevar adelante una comunicación telefónica a través de un dispositivo de este tipo. Pero es conveniente no hablar mientras se conduce o hacerlo lo menos posible, señala el experto.
¿Qué se puede hacer para ignorar la llamada entrante o un mensaje de texto mientras se conduce?
"Se requiere práctica, ya que las personas actúan por hábito", explica Kiegeland. Muchos tienen la costumbre de tomar inmediatamente su celular cuando suena. "En esos casos hay que tener en cuenta que uno se encuentra en el coche y que por lo tanto no debe responder esa llamada".
ES COMO CONDUCIR CIEGO
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