IMPORTANTE EXPOSICIÓN EN LA BIBLIOTECA NACIONAL

Inauguran una muestra de un historietista exiliado en la dictadura

"Rubén Sosa. De vuelta en casa" es el tí­tulo de la exposición que la Biblioteca Nacional inaugura con trabajos inéditos del ilustrador que en 1976 dejó el paí­s y se instaló en Italia, donde puso fin a "Un hombre normal", una descarnada y urgente historieta en la que denuncia la violencia del terrorismo de Estado, en consonancia con el 40 aniversario del golpe militar.
La muestra es la adaptación que Sosa (1939-2007) realizó del cuento "Las hienas" de su amigo el escritor Enrique Medina, publicado en octubre de 1975. Ocurrido el golpe militar, el dibujante lo llevó al formato historieta aunque en Buenos Aires solo realizó los dos primeros episodios de los cinco, dado que el resto lo terminó en Italia. Esa es la razón por que la que nunca antes el trabajo circuló en la Argentina, hasta ahora.
"Nunca conocí­ una historieta más negra, más desesperante que `Un hombre normal`- escribió el dibujante francés Georges Wolinski, asesinado en el ataque a la revista Charlie Hebdo, cuando publicó la obra en 1978. Como si el círculo de violencia volviera sobre sí mismo, el destino del francés y del argentino, entre tantos otros, se levantó como testimonio de trazos reprendidos por el terrorismo.
"La historieta está cargada de mucho simbolismo -asegura Judith Gociol, coordinadora del archivo de historietas de la Biblioteca -. Wolinski explica que durante mucho tiempo no se animó a publicarla por `su realismo` y después decidió que si. Nosotros también dudamos porque son imágenes muy impactantes, es fuerte, pero tiene mucho simbolismo: Enrique Medina fue prohibido durante la dictadura, Rubén Sosa es un exiliado voluntario, Wolinski es quien publica...".
Por eso, esta exposición es el regreso a casa, al país que dejó por la situación política y social pero, como un destino inesperado, en que pasó sus últimos días. Tras su muerte, la viuda Flora Beker y sus hijas Muriel e Ileana donaron su archivo a la Biblioteca Nacional, convirtiéndolo así en patrimonio de todos.
Sosa comenzó su recorrido gráfico como ayudante de Eugenio Zoppi; colaboró en la editorial Frontera, de Héctor Germán Oesterheld -desaparecido en 1977- y entre las décadas del 60 y 70 dibujó para Maribel, Leoplán, Top, Joker, Nocturno y Skorpio. En octubre de 1976 viajó a Italia para participar de la muestra internacional de historieta. Consciente de la represión, la censura y la desaparición de personas en Argentina, decidió quedarse allí.
La muestra, que se exhibe en gigantografías en la Plaza del Lector Rayuela y en originales en la sala Leopoldo Lugones, desembarca precisamente en el mes de la memoria con un trabajo de Sosa muy particular, situado en épocas de la Triple A y luego del gobierno de facto, en el que refleja "la comparación entre exterminar cucarachas y exterminar enemigos políticos", explica Gociol. La exposición podrá visitarse hasta el 30 de abril con entrada gratuita en la Plaza del Lector Rayuela y en la Sala Leopoldo Lugones de la Biblioteca Nacional, ubicada en Agüero 2502.

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