La vida actual de muchas personas en la sociedad de hoy parece circular alrededor de satisfacer al otro, así que, si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, de responder al instante, me siento solo y aislado. Así, las nuevas tecnologías no sólo nos traen ansiedad sino también un raro miedo a decepcionar a los demás. Quienes sufren este problema son personas que no pueden apagar el celular por las noches y que, por lo tanto, se ven interrumpidos durante sus horas de sueño. El insomnio es, de esta manera, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con dependencia tecnológica, muchos de ellos también llamados nomofóbicos por su dependencia al celular. Lo primero que hacen ellos al tener un smartphone entre sus manos, después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente. Es, de alguna manera, como el que tiene adicción al tabaco, que lo pasa mal cuando se le acaban los cigarrillos y que, en cuanto tienen la posibilidad de fumar, lo primero que hacen es encenderse uno sin importarle nada.
(*) Psicólogo
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