ANSIEDAD POR LLEGAR DELGADAS AL VERANO
Afirman que perder peso después de los 30 es difícil para muchas mujeres
Se asegura que a ellas les cuesta más, pero ellos tampoco la tienen fácil.
Hay una pregunta que quienes pasaron los treinta se suelen hacer con un dejo de pena y desesperación: ¿Por qué cuesta tanto bajar de peso? Con el verano a la vuelta de la esquina, la pregunta parece multiplicarse y, sobre todo en el universo femenino, encontrar respuestas y estrategias para que bajar de peso después de los treinta y pico no sea una misión imposible.
En principio, los especialistas en nutrición explican que perder peso después de esa edad se dificulta por razones biológicas. “El metabolismo baja y se hace más lento después de los treinta -explica la nutricionista Carmen Villar-, esto implica que se quemen menos calorías y el cuerpo convierta en grasa las que no se terminan gastando. Incluso no sólo se hace más difícil perder peso, sino que a veces se aumenta a pesar de no tener una ingesta calórica mayor”.
Si bien las mujeres parecerían llevarse la peor parte a la hora de querer adelgazar, los expertos aseguran que la disminución del metabolismo no distingue sexos y se da casi de igual manera en hombres y mujeres. “Sucede que existen factores culturales -aporta Villar-, y las mujeres parecerían ser las únicas protagonistas de este fenómeno de querer adelgazar rápido antes del verano. Pero la verdad es que, actualmente, ellos están tan preocupados como ellas al momento de querer perder los kilos ganados en el año”.
Según se explica, durante la infancia y la adolescencia el metabolismo aumenta porque el organismo necesita crecer, formar y reparar tejidos. Luego, a medida que avanzamos en edad, el metabolismo desciende porque el cuerpo no necesita crecer más y esta energía es utilizada, principalmente, para reparar tejido. Este proceso, precisamente, se inicia alrededor de los 30 años.
A esta edad, además, comienza el descenso de la producción de ciertas hormonas que ayudan a “gastar” o “quemar” grasas como la DHEA, la testosterona y la hormona del crecimiento, lo que contribuye al descenso del metabolismo y a la pérdida de la masa muscular. A partir de los 25 años perdemos entre 300 y 600 gramos de masa muscular cada año, explicaron los especialistas, quienes remarcan que existe una relación inversamente proporcional entre el metabolismo y la edad: cuanto más aumentamos en edad, más disminuye nuestro metabolismo y cuesta más perder peso, aún manteniendo la misma alimentación.
Después de los 35 años, se apunta, la pérdida de fibra muscular diaria no se repone y se adquiere más grasa, lo que hace que los músculos disminuyen cada día en fibras. Para reponerlas, explican, se necesita hacer mucha actividad física con sobrecarga de peso.
En principio, los especialistas en nutrición explican que perder peso después de esa edad se dificulta por razones biológicas. “El metabolismo baja y se hace más lento después de los treinta -explica la nutricionista Carmen Villar-, esto implica que se quemen menos calorías y el cuerpo convierta en grasa las que no se terminan gastando. Incluso no sólo se hace más difícil perder peso, sino que a veces se aumenta a pesar de no tener una ingesta calórica mayor”.
Si bien las mujeres parecerían llevarse la peor parte a la hora de querer adelgazar, los expertos aseguran que la disminución del metabolismo no distingue sexos y se da casi de igual manera en hombres y mujeres. “Sucede que existen factores culturales -aporta Villar-, y las mujeres parecerían ser las únicas protagonistas de este fenómeno de querer adelgazar rápido antes del verano. Pero la verdad es que, actualmente, ellos están tan preocupados como ellas al momento de querer perder los kilos ganados en el año”.
Según se explica, durante la infancia y la adolescencia el metabolismo aumenta porque el organismo necesita crecer, formar y reparar tejidos. Luego, a medida que avanzamos en edad, el metabolismo desciende porque el cuerpo no necesita crecer más y esta energía es utilizada, principalmente, para reparar tejido. Este proceso, precisamente, se inicia alrededor de los 30 años.
A esta edad, además, comienza el descenso de la producción de ciertas hormonas que ayudan a “gastar” o “quemar” grasas como la DHEA, la testosterona y la hormona del crecimiento, lo que contribuye al descenso del metabolismo y a la pérdida de la masa muscular. A partir de los 25 años perdemos entre 300 y 600 gramos de masa muscular cada año, explicaron los especialistas, quienes remarcan que existe una relación inversamente proporcional entre el metabolismo y la edad: cuanto más aumentamos en edad, más disminuye nuestro metabolismo y cuesta más perder peso, aún manteniendo la misma alimentación.
Después de los 35 años, se apunta, la pérdida de fibra muscular diaria no se repone y se adquiere más grasa, lo que hace que los músculos disminuyen cada día en fibras. Para reponerlas, explican, se necesita hacer mucha actividad física con sobrecarga de peso.