MUESTRA DE FOTOPERIODISMO

Imágenes que cuentan el país

Con un abanico de fotos que van desde el encuentro de Estela de Carlotto y su nieto hasta las crudas y terribles imágenes de los efectos que dejó la fumigación masiva con agroquímicos en el país, esta semana abrió sus puertas la 26º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino, organizada por ARGRA y donde se puede recorrer en 300 imágenes temáticas que permearon el 2014 bajo una mirada crítica pero a la vez lúcida y esperanzadora.

“Una foto es un pedacito del pasado, un testimonio, una prueba. Pero una foto también es una manifestación del futuro”, dice la escritora Raquel Robles. Sus palabras hacen zoom e iluminan el catálogo de la nueva muestra de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la institución que nuclea a todos los fotoperiodistas del país y que, como todos los años, abre sus brazos para mostrar lo que dejó todo un año en materia de periodismo fotográfico.
La muestra, que se inauguró el martes pasado en la sala mayor del Palais de Glace, es la número 26 en su largo recorrido y permanecerá abierta con entrada libre y gratuita hasta el 17 de agosto.
Para esta edición, los curadores de ARGRA seleccionaron más de 300 fotografías de reporteros de todo el país sobre los hechos más relevantes de 2014 en materia de actualidad, deportes, retrato, vida cotidiana, política, naturaleza, medio ambiente, arte y espectáculos.
La convocatoria superó las 3.000 fotografías de autores de todo el país, luego un comité de edición integrado por Diego Aráoz, Daniel García, Sergio Goya, Mateo Pepe y RES seleccionó las imágenes finales de una muestra que refleja la mirada local en las categorías Actualidad, Deportes, Naturaleza, Medio Ambiente, Retrato y Vida cotidiana, constituyendo una radiografía visual de la cultura argentina.
Con una mejorada puesta que potencia el impacto de cada imagen, el Palais de Glace es el histórico escenario porteño -esta muestra viaja por  todo el país- que da cuenta con criterios profesionales tan heterogéneos como uniformes de lo que sucedió el año pasado en materia de acontecimientos, algunos más visibles en los medios de comunicación y otros que pasaron casi desapercibidos.
“Buscamos potenciar una mirada documental y de desarrollo sobre realidades propias del país; confrontar la infinita alegría y amor del encuentro entre Estela de Carlotto y su nieto Guido (foto de portada del anuario que sacó Leo Vaca) y por otro lado, la problemática muy fuerte de los agrotóxicos que hace al territorio, a los niños y las comunidades más postergadas. Desde nuestra subjetividad editorializamos”, dice Ezequiel Torres, titular de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).
Así también lo captó el premiado artista y fotógrafo cordobés RES, quien ofició de editor para este envío. “Si bien se ven las miserias con espíritu crítico, ésta es una muestra esperanzadora, que mantiene la tensión con nuestro lado más rescatable como personas, como sociedad y como pueblo. Es una buena radiografía”, cuenta.
Así como la imagen simbólica de Vaca que retrató el histórico primer abrazo público entre la abuela de Plaza de Mayo y su nieto recuperado es la tapa y corolario de una lucha, la contratapa de la muestra está conformada por la serie de ocho imágenes que expone Pablo Piovano: “El costo humano de los agrotóxicos”, un impactante recorrido visual -premiado en todo el mundo- sobre “el genocidio silencioso y por goteo de la fumigación masiva de glifosato en Argentina”, dice el autor.
“Se gastan 360 millones de litros de agroquímicos anualmente sobre el 60 por ciento del territorio cultivable del país, la red de médicos oficia de comunicadores de este tema y hay 13 millones de afectados, un tercio de la población total que padece estos efectos, directa o indirectamente. Los casos de cáncer se incrementaron en un 300 por ciento y las malformaciones en niños aumentaron en forma alarmante”, explica el propio fotógrafo al presentar su impactante trabajo.
Piovano recorrió por su cuenta 6.000 kilómetros entre Misiones, Chaco y Entre Ríos durante 2014 y abril de 2015 para retratar “un escenario tan trágico e invisibilizado donde los intereses de políticos, la economía y los medios hicieron un tríptico que deja a toda esta gente en indefensión total”.
El impacto que generó su serie en gran parte del jurado fue superlativo. “Además de un trabajo, es una causa”, cuenta el autor sobre estas potentes imágenes que “tuvieron más premios que publicaciones” y que ahora se podrán ver en directo en una sala del Palais de Glace dedicada a estos trabajos.
En ese sentido, RES sostuvo que “hay muchas cosas que no las hemos podido debatir como sociedad, como por ejemplo el tipo de agricultura que se está empleando y el paquete tecnológico en la producción de soja. Las consecuencias del glifosato en la salud humana no se han podido debatir, no sé si existe el espacio y el poder necesario para hablarlo, está pendiente y con urgencia”.
Sergio Goya, editor fotográfico de Infojus y parte del comité editorial destaca que “en el trabajo de Piovano hay un salto de calidad que es muy impresionante” y agrega que la importancia es que en esta muestra se exhibe “mucho material que los medios no publican ni difunden por cuestiones económicas o políticas. Acá se ven masivamente y el editor es cada fotógrafo que elige qué imagen y de qué manera quiere mostrarla”.
La gloria, los festejos y la bronca argentina en el Mundial de Fútbol en Brasil, el alud en Catamarca, la toma de terrenos en la Villa Papa Francisco, el incendio de Iron Mountain, la muerte de Gustavo Cerati, insectos, vida cotidiana e incluso una historia gráfica sobre el boxeador Luis Lazarte son algunas de las postales en la mirada de los fotoreporteros argentinos que se podrán ver en esta edición.
El medio ambiente “cobra una mirada, es algo que nos pasa a todos, al país y a nosotros al trabajar en esto y lo graficamos”, subraya Damián Dopacio, también de ARGRA y organizador de la muestra.
Tal como resumió RES, en esta oportunidad las placas articulan “la miseria humana junto a lo que también podemos construir desde otros sitios y desde otras luchas que hacen que esta vida merezca vivirla”.
“Una foto buena tiene que hablar del hecho que acontece y las periodísticas también son multivalentes, tienen muchos lugares por donde se pueden analizar, pero tienen que poder hablar de lo que muestran con contundencia”, concluye Torres.

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