“Santo Remedio” en Vedia
Leonardo Y Belén, los dueños de "Santo Remedio" en Vedia.
HISTORIA DE AMOR

Abandonaron la vida de circo para poner un local de hamburguesas y hoy es un éxito

Leonardo y Belén decidieron cambiar su estilo de vida e instalaron “Santo Remedio” en Vedia. Así, el local hoy recibe a cientos de personas durante el fin de semana y ya son una marca registrada en la ciudad.

En el año 2013, Leonardo Stickel (39) comenzó a trabajar en un circo. Luego de quedarse sin trabajo, decidió probar un nuevo estilo de vida recorriendo pueblos de todo el país. Allí conoció a Belén (30), una joven contorsionista y acróbata que era tercera generación de familia circense. Se enamoraron y juntos comenzaron a pensar en un futuro juntos.

“Luego de recorrer todo el país y distintas partes del mundo, pensamos en un proyecto para dejar la vida de circo, porque si bien es muy linda, también tiene sus contras”, contó Leonardo y agregó "queríamos otro tipo de estabilidad y tener algo propio".

Así, comenzaron a idear un food truck y por un amigo en común llegaron a Vedia, en el partido de Leandro N. Alem. "Decidimos venir a probar suerte acá. No teníamos un lugar  donde ponerlo, teníamos libre elección porque no existía un arraigo de nuestra parte", confesó el joven y continuó: "ahorramos, compramos el food truck y nos instalamos. Vivimos en una casilla rodante y mi amigo nos prestó el patio de su casa. Allí vivimos durante dos años mientras trabajábamos con el carrito".

Al respecto, el emprendedor contó que el comienzo fue bastante difícil porque no los conocía nadie y el municipio no les daba el permiso para trabajar en lugares públicos. Luego, después de ochos meses, consiguieron la habilitación comercial y lograron despegar. "Empezamos a laburar cada vez mejor, siempre de boca en boca, le fuimos buscando la vuelta y probando diferentes cosas", contó y agregó "al año decidimos enfocarnos en las hamburguesas, nos capacitamos un montón y nos largamos".

Cuando habían encontrado el producto, llegó la pandemia, así que otra vez tuvieron que reinventarse y comenzaron con el delivery. "Continuamos perfeccionándonos y buscando un producto superador. Y nos dio resultado porque nunca paramos de trabajar. Era todo de boca en boca y algo de redes sociales". 

El local propio

Por una cuestión de superación propia, Leonardo y Belén empezaron a idear un local propio, donde pudiera asistir más gente y producir muchas más hamburguesas. Así, nació "Santo Remedio", la hamburguesería más famosa de Vedia donde todos los fines de semana la visitan cientos de personas para degustar las deliciosas propuestas que ofrecen. 

"Era un local totalmente abandonado, pero llegué a un acuerdo con el dueño y nos pusimos a trabajar. Le pusimos onda y una estética particular. Invertimos bastante en tiempo, dinero e ilusión, pero valió la pena", aseguró Leonardo y agregó "por suerte las hamburguesas gustan un montón y cada semana nos superamos en la cantidad. Hemos llegado a las 800 hamburguesas por fin de semana". 

En ese sentido, el joven emprendedor resaltó que es muy inquieto y que le gusta estar en todos los detalles. Así, a pesar de tener tres empleados, de cerrar solo los días martes y de ir en constante crecimiento les cuesta mucho delegar responsabilidades. "Nuestro diferencial es la atención personalizada y el tipo de producto que ofrecemos. No es una hamburguesa típica de cadena, sino que es más artesanal, grande, tipo americana, con muchos ingredientes", sostuvo y agregó “la podés pedir simple, doble o triple. Tenemos siete variedades y siempre vamos largando distintos homenajes, respetando siempre el espíritu de Santo Remedio. Además, el pan es especial, buscamos la receta justa para que guste".

Para toda la familia

El local, ubicado en la calle 25 de Mayo 288 de Vedia, abre todos los días, menos los martes, de 19:30 a 00:00. Los precios son accesibles y competitivos con el mercado. Además, ofrecen promociones que incluyen papas fritas de primera calidad y otros tipos de productos como lomos, picadas y nuggets de pollo.

“Es un lugar muy cálido, donde todos los fines de semana recibimos muy alegres a familias y grupos de amigos. Muchos nos visitan de Lincoln, Junín y General Pinto. A veces no podemos creer que viajan exclusivamente para probar nuestras hamburguesas”, expresó Leonardo y cerró “nos encantaría poder tener la hamburguesería por siempre. Con poder vivir de esto nos conformamos. Al principio fue un sueño lleno de miedo e incertidumbre, pero estamos felices de lo que conseguimos. Obviamente nos gustaría tener franquicias en otras ciudades y seguir creciendo, pero vamos de a poco proyectando nuevas utopías”.

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