El Padre Gustavo Albrecht tiene una historia particular. Desde que llegó a Rojas y se convirtió en el cura de la parroquia San Francisco de Asís generó grandes cambios. Esta situación provocó muchas adhesiones, inclusive gente que nunca había pisado una iglesia se sumó al trabajo social del cura que centra su preocupación en los pobres y en los jóvenes. Pero su manera de actuar también generó críticas cuando intentó romper con el statu quo.
Esta particular situación llevó a que a mediados del 2022 los vecinos iniciaran dos campañas paralelas solicitando firmas para que el padre se quede y otra para que sea removido. La que tuvo mayor repercusión fue la primera, lo cual hizo que la Diócesis de San Nicolás optara por la continuidad de Gustavo.
Así, el sábado 18 de marzo por la noche se realizó el nombramiento oficial de Albrecht como cura párroco de Rojas. La celebración se hizo la Parroquia San Francisco de Asís a salón repleto. Allí el obispo de la Diócesis de San Nicolás, Hugo Alberto Santiago, encabezó la celebración donde quedó establecido que el sacerdote esté en la parroquia por seis años más.
“Fue una ceremonia muy linda donde se firmaron los documentos correspondientes y donde la gente estaba realmente muy contenta. El Obispo vio a la gente feliz y eso es lo importante”, sostuvo el Padre Gustavo y agregó “la sensación es de mucha felicidad e impulsa a seguir trabajando como uno lo viene haciendo”.
En ese sentido, el Padre reconoció que “le aclaré a la gente que los necesitaba y que juntos podemos llegar a las personas que en este momento la están pasando muy mal, que no creen en Dios o que están realmente sin esperanza o sin sentido de su vida”, y aseguró: “voy a continuar a ser un cura que no está tanto en la parroquia, sino al lado de los más necesitados”.
Por último, dijo que su lema para estos próximos seis años será una frase de la Madre Teresa de Calcuta: “Yo puedo hacer cosas que vos no podés hacer y vos podés hacer cosas que yo no puedo, pero juntos podemos hacer muchas cosas”.
El cariño de Gustavo por Rojas
Gustavo llegó a Rojas en marzo del 2020 cuando, siendo aún diácono, junto al sacerdote Francisco Benítez. Sin conocer a nadie, a los pocos días las restricciones de la pandemia lo obligaron, como a todos, a permanecer encerrado. Eso hizo que su inicio en la localidad sea muy duro, ya que, contado por él mismo, vivió varios meses a arroz.
El padre Gustavo en primera persona
En noviembre del 2022, Albrecht habló con Democracia y se refirió acerca de su trabajo. "Soy un cura que como todo grande quiere hacer lo que no hizo. Entonces, en vez de hacer una novena para San Francisco que fue el 4 de octubre yo hago un mes entero” y aseguró que es de salir e ir a charlar con la gente. “Continuamente estoy en la calle, por eso en la puerta de mi casa parroquial dejé mi teléfono. Si alguien me necesita, me puede llamar”, dijo y agregó: “soy un sacerdote en continuo movimiento, aunque eso tiene su costo porque termino muy fusilado. Pero bueno, tengo que recuperar el tiempo perdido”.
Con respecto a la relación de los jóvenes con la Iglesia expresó: “La Iglesia está envejeciendo y la juventud se aleja, entonces hay que ver cómo acompañar”. Y agregó: "Soy de charlar mucho, de agarrar el mate e ir junto a aquellos que necesitan hablar. No existe más el grupo de jóvenes de 20 años atrás que venían todos los sábados, es muy difícil eso. Ahora vienen para actividades muy puntuales. Es difícil captar a los jóvenes hoy”.
En cuanto al rol de la Iglesia en estos tiempos, el padre Gustavo dijo: “En la actualidad, hay un montón de propuestas, pero hay que hacer un camino largo porque fueron muchos años donde quedó oveja sin pastor en los jóvenes. Hoy es una nueva cultura, donde nosotros tenemos que ir a donde están ellos y eso es dificilísimo”.
“Los curas jóvenes que salen del Seminario tendrían que estar más aggiornados con las problemáticas y las cosas, porque están tipo burbujas y salen con una realidad que quedan lejos de los jóvenes”, cerró.
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