La segunda ola de COVID-19 impactó de manera más agresiva en Argentina, no solo por la alta contagiosidad sino también por la gravedad de los casos, incluso en adultos jóvenes sin factores de riesgo. Consultada por Democracia, la doctora Analía Guilera, jefa del servicio de Pediatría y Neonatología del hospital municipal Saturnino Unzué de Rojas, se refirió a cómo afecta este coronavirus en los chicos y pidió extremar en que comienza a subir la curva de contagios.
“Tuvimos un aumento del número de casos de coronavirus en los chicos: en febrero hubo 17 niños COVID positivo y en marzo 54. En abril y en lo que va de mayo hubo 35 contagios en chicos pero hay un cambio muy importante respecto del año pasado”, dijo la médica pediatra y añadió que “nosotros no hemos tenido tantas internaciones por COVID-19, sí tuvimos por cuadros bronco obstructivos, tuvimos tres pacientes pediátricos con antecedentes de broncoespamo recurrente que requirieron oxígeno, el año pasado habremos tenido uno solo. Las consultas por temas respiratorios aumentaron muchísimo, por cuadros de bronquiolitis y crisis bronco obstructivas en los pacientes que tienen antecedentes, el año pasado tuvimos muy poquitas, eso tiene que ver con la asistencia a los jardines y las escuelas”.
Respecto de la importancia de las clases presenciales, Guilera destacó que “tenemos un dilema entre la psquis del niño y lo que tiene que ver con los contagios: lo ideal es que los chicos puedan concurrir bajo protocolo, que se haga algo combinado entre presencial y no presencial, sería lo mejor. Si hay alguien de riesgo en la familia, le aconsejamos que no vayan. Esto es riesgo beneficio, cada caso es particular. El problema en maternales y pre-escolar es que no hay distancia, los niños necesitan asistencia continua” y añadió: “Es difícil definir pero en este momento, con aumento de casos, aconsejo que no vayan hasta bajar la curva de contagios; no porque los niños vayan a ponerse graves sino por a quién le llegue en esa cadena de contagios y quizás termine un familiar en terapia. La cantidad de internados no permite al sistema de salud dar respuesta, esto es un eslabón enganchado del otro. Estoy de acuerdo con que no haya clases presenciales porque estamos en ascenso de contagios, debería ser algo intermitente y que se decida en relación con la curva epidemiológica. Este año va a ser así, el año que viene ojalá que no. Pero va a haber momentos de clases presenciales y momentos en que tenemos que estar todos en casa, hasta que haya más gente vacunada”.
En cuanto a los casos pediátricos graves, la médica pediatra que trabaja en el hospital municipal Saturnino Unzué dijo que “hasta ahora tuvimos un solo caso pediátrico COVID positivo que hubo que derivar a terapia intensiva, está con asistencia no invasiva, es un paciente con parálisis cerebral” y agregó: “Es mentira que los chicos no se contagian, los chicos se contagian. Incluso hay diferencias en la presentación de los cuadros con respecto al año pasado, con mayor compromiso de síntomas, hoy hay complicaciones en los chicos, incluso en los que no tienen factores de riesgo, que presentan cuadros graves, por lo general, cuando ya pasó la enfermedad, se llama el síndrome de inflamación multisistémica, eso es grave y con alta mortalidad. No es generar miedo, es ser conscientes de que nos tenemos que cuidar todos”.
“Circulan las nuevas cepas en distritos vecinos, está documentado, acá se enviaron muestras a analizar y aún no tenemos los resultados pero asumimos que están porque tenemos pacientes de cuarenta y pico de años en Asistencia Mecánica Respiratoria”, apuntó Guilera y agregó: “Cuando dicen que generamos miedo se equivocan, nosotros mostramos la realidad, lo que está pasando; lamentablemente, cuando le ponen tinte político se embarra la cancha. Lo que tenemos que hacer es prevención: uso del barbijo bien puesto, lavado de manos y distancia social”.
Consultada por las consecuencias de la pandemia y el confinamiento en la población pediátrica, más allá del virus, Analía Guilera destacó: “Nos encontramos con aumento de obesidad en la infancia y el daño de las pantallas en sus psiquis, en su comportamiento, vemos cambios en la conducta, retrasos en el habla, trastornos del lenguaje en niños pequeños que están frente a la pantalla muchas horas. El sedentarismo y las pantallas hicieron estragos en los niños”.
A modo de mensaje final, la doctora Guilera se dirigió a las familias: “Les diría que traten de no mandar a los chicos al jardín o a la escuela si tienen familiares de riesgo, que les pongan la vacuna antigripal, que no dejen de vacunarlos. Las vacunas son importantes. Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación, va a ser transitorio. Cuando se pueda, que vayan al jardín, cuando no se puede no. En momentos de aumento de casos nos tenemos que cuidar. A la gente que es más estructurada esto le genera ansiedad pero es la nueva realidad que estamos viviendo. Hay momentos en que se pueden hacer actividades, aprovechar ese tiempo y hacerlas” y añadió: “Aconsejo a los padres vacunarse, que se anoten, es la única herramienta que tenemos para frenar un brote. Para bloquear. Las vacunas son eficaces. Es lo único que nos va a permitir volver a la vida que teníamos antes de 2020, o a algo más o menos parecido”.
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