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Personal del Hogar de Ancianos Madre Teresa de Calcuta.
CORONAVIRUS COVID-19

“Considero una falencia no poder hacer testeos al personal de los geriátricos”

El director de Tercera Edad de la Municipalidad de Rojas se refirió a la importancia de detectar a las personas asintomáticas y lamentó no tener la posibilidad de hacerlo. Además, detalló el trabajo que realizan con la población de riesgo en el distrito.

Los adultos mayores forman parte del grupo de riesgo por el Covid-19 y, en este contexto, los distritos refuerzan la asistencia para aquellos que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. En diálogo con Democracia, Fernando Pedraza, director de Discapacidad, Tercera Edad y Emergencias Psicosociales, dependiente de la secretaría de Desarrollo Social de de la Municipalidad de Rojas, detalló cómo es el trabajo con los adultos de la tercera edad. 
“El partido de Rojas tiene 25 mil habitantes, aproximadamente, con alrededor de entre 12 mil y 15 mil de población estable. Tenemos una cuestión de contención social natural porque es una ciudad pequeña, estamos cerca, y esto nos facilita mucho asistir a nuestros adultos mayores sin que tengan necesidad de salir. Hay muchos que tienen vecinos de casi toda la vida y los ayudan y, para quienes no los tienen, se está trabajando en el programa de voluntarios jóvenes para que los ayuden con los mandados y trámites”, contó Fernando Pedraza a Democracia y señaló que “los dos geriátricos de la ciudad de Rojas, que dependen del municipio, están funcionando bajo el protocolo establecido”.
El Hogar de Ancianos Madre Teresa de Calcuta comparte las instalaciones con el Hospital Municipal Saturnino Unzué y allí viven 37 abuelos. Los adultos mayores se encuentran aislados desde el primer día de cuarentena obligatoria, sin contacto con el exterior, se comunican con sus familiares por teléfono y videollamadas. En cuanto a las normas de seguridad, Pedraza destacó que se hace uso del barbijo obligatorio, lavado de manos a los abuelos cada una hora y colocación de alcohol en gel a demanda. Además, se mantiene limpio el lugar bajo el protocolo. Hasta el momento, en el Hogar de Ancianos Madre Teresa de Calcuta no se realizaron testeos ni se presentaron complicaciones respiratorias entre los residentes. En tanto, la Asociación Civil Hogar de adultos mayores San Francisco de Asís cuenta con 67 adultos mayores, 27 agentes de personal operativo y siete profesionales del equipo interdisciplinario. Allí rigen las mismas características de aislamiento y protocolo por la pandemia de Covid-19. Ambos lugares cuentan con médicos y enfermeros todos los días. 
“Como médico, considero que es una falencia no tener la posibilidad de testear al personal que trabaja en los residenciales para tener la tranquilidad de que no haya personas asintomáticas en el lugar”, contó Pedraza a Democracia y agregó que “lamentablemente no podemos hacerlo porque no los tenemos, se habla de testeos masivos a modo de prevención pero eso se tendría que haber hecho con las personas que fueron consideradas esenciales y continuaron con su actividad. Fue imposible, entonces tenemos que ajustarnos a la realidad pese a lo que consideramos lo ideal”.
Respecto de la posibilidad de mudar a los abuelos a uno de los hoteles de la ciudad para que permanezcan más seguros y apartados de las instalaciones del Hospital Municipal, Fernando Pedraza señaló que “vamos a esperar a ver cómo se desarrollan los hechos, estuvimos trabajando en esa posibilidad pero, por el momento, no se van a mudar, veremos qué sucede en una segunda etapa si llegase a haber una importante cantidad de infectados” y agregó que “en caso de que se tenga que hacer, se puede hacer en un lapso de 24 horas”. En cuanto a los insumos, el personal cuenta con todos los elementos necesarios y Pedraza apuntó que “no sobran, pero están”.
“Hay un programa de Región Sanitaria para asistencia psicológica a los abuelos, con números telefónicos, y la secretaría de Salud también dio a conocer los contactos”, contó Pedraza respecto de la contención a los abuelos y sus familias y agregó que “en Rojas hay una gran población de adultos mayores, vemos que toman conciencia, que se cuidan, los familiares también se ocupan de no exponerlos a situaciones de riesgo; en las grandes urbes la situación es distinta, se amontonan y se naturalizan los viajes en trenes y colectivos como si fueran ganado, en los pueblos no vivimos así, tenemos resueltas las cuestiones de aglomeraciones de gente”.

Medidas generales durante la pandemia
Desde Provincia se elaboró un protocolo a seguir para la actividad diaria en los residenciales de adultos mayores. En este sentido, reglamentaron: restringir el acceso a la residencia y la circulación interna; prohibir el ingreso y egreso a toda persona que no trabaje en la residencia; proponer a los residentes alternativas para mantener el contacto con sus familiares como videollamadas o llamadas telefónicas; ante un nuevo ingreso o ante la salida de un residente por algún motivo de la residencia (derivación a efector de salud, trámites personales, etc.) se deberá indicar 14 días de aislamiento en una habitación individual, teniendo que contemplar incluso que el residente desayune, almuerce, meriende y cene allí; generar circuitos diferenciales de ingreso y circulación del personal y de los residentes. Se recomienda, en lo posible, tener una ruta de ingreso accesorio para el personal de salud y para diferentes servicios.
También recomiendan tomar la temperatura corporal al personal ingresante a la residencia; el personal que realice tareas dentro de la institución tiene que estar vestido con ropa de trabajo que debe colocarse en la residencia, y usar barbijo durante la atención directa; disminuir al mínimo el contacto entre el personal de la salud y las personas residentes; asignar al personal de cuidado y/o de enfermería un grupo determinado de residentes, para poder hacer un seguimiento diario de la salud y registrar la evolución; evitar la rotación del personal asignado para la atención directa de las personas mayores; dentro de lo posible, clausurar las zonas comunes para disminuir al máximo la interacción entre los residentes; limpieza y desinfección permanente de superficies y objetos de uso diario; realizar la aplicación de forma obligatoria de solución de lavandina diluida o de loción hidroalcohólica a aquellos elementos que ingresen a la residencia (viandas, regalos, bolsas, ropa); el personal deberá llevar el pelo recogido, uñas cortas y sin esmalte, además, no utilizar anillos, pulseras, aros o cualquier elemento que no pueda ser higienizado correctamente; control de temperatura dos veces al día, tos o dificultad para respirar a los residentes.

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