CORONAVIRUS

Luján Patitucci: “Con esta crisis hemos redescubierto el placer de ayudar”

Es rojense y vive en Italia junto a su familia desde hace diez años. Desde Milán dialogó con Democracia y relató cómo se atraviesa la cuarentena en Lombardía, la región más castigada por la pandemia.

Italia es, actualmente, el país más castigado por el avance del coronavirus Covid-19. Pese a que los contagios bajaron, el número de fallecidos por la enfermedad creció de manera considerada en los últimos días en el país con mayor población de adultos mayores del mundo, después de Japón. Luján Patitucci es oriunda de Rojas, dejó la ciudad en 2001 para radicarse en Inglaterra y, desde hace diez años, vive junto a su familia en Milán, Italia. En diálogo con Democracia, relató cómo atraviesa la cuarentena junto a su familia en Lombardía, la región italiana más afectada por el virus que avanza sin pausa a nivel mundial.
“La cuarentena la estamos viviendo con mis hijos y mi marido, con serenidad, ya que hemos respetado todas las medidas que nos han indicado, tanto las sanitarias como las de circulación”, contó Luján Patitucci a Democracia y agregó que “el clima social que vivimos es, extrañamente, muy lindo porque hay mucha solidaridad, en la red social Facebook tenemos un grupo cerrado de nuestro barrio, entonces nos ayudamos y compartimos todo tipo de información: desde alguien que puede prestarnos colorante para hacer una nota - es el cumpleaños de mi hija y es un producto que no están vendiendo por no ser de primera necesidad- hasta un contacto de quien hace entregas a domicilio de frutas y verduras u otros que se ofrecen a comprar comida porque hay vecinos que no pueden salir. Ahora estamos cerca unos de otros por si necesitamos algo”.


Por otro lado, Luján señaló que “en una ciudad como Milán, donde cada uno tiene su vida y se corre tanto, no era una prioridad saber cómo están los que nos rodean entonces. Con esta crisis sanitaria y esta cuarentena hemos redescubierto el placer de ayudar” y añadió: “Acá la cuarentena se respeta y mucho, no hay nadie en las calles, y quien está dando vueltas sin justificación o con justificación ‘dudosa’ debe pagar una multa de cien mil euros o prisión”. En Italia hoy todos los comercios están cerrados, excepto aquellos que venden comida, medicamentos o elementos indispensables para la situación sanitaria en curso. 
“A fines de febrero, las grandes empresas pidieron a sus empleados que vayan a buscar sus cosas a las oficinas y les ordenaron que se fueran a trabajar a sus casas, aún hoy siguen trabajando bajo la modalidad home office; y las escuelas igual, uno de mis hijos está en segundo grado y todos los días nos llegan las clases con videos, si es material nuevo, cosas que no habían hecho en la escuela, todas las materias, incluso el profesor de Educación Física manda videos y lo hacemos todos en familia, ¡es divertido!”, relató Luján a este diario. Agregó que “por estos días, en casa los nenes duermen un poquito más, a la mañana trabajamos haciendo los deberes, con uno, y manualidades con la más pequeña, mi marido sigue trabajando, preparándose para los próximos meses porque los virus pasan y a la tarde jugamos, leemos y nos acostamos temprano, como siempre hicimos”. 


Respecto de la dinámica para salir a hacer compras, Luján contó que “mi marido va una vez por semana al supermercado, mientras que las frutas y verduras nos las traen a casa los martes y sábados, que son los días que teníamos el mercado en la calle, cerca de casa”. Sumó que “hoy quisiera decirle a los argentinos que se queden en sus casas porque los profesionales de la salud arriesgan, y mucho, dan todo lo que más pueden dar y no entorpecer en las calles ya es una gran ayuda pero, sobre todo, quedarse en casa es muy importante para detener los contagios”. 
El titular de la Protección Civil, Angelo Borrelli, encargado del boletín diario que informa la cantidad de nuevas víctimas y contagios oficiales, reconoció que "la epidemia es más veloz que nuestra burocracia", a la hora de buscar causas en la subestimación de los infectados. En los últimos días, regiones como el Véneto han iniciado una campaña masiva de test de coronavirus para poder seguir el rastro a los pacientes positivos y asintomáticos, potentes transmisores del virus si no respetan las reglas de aislamiento. El último domingo, un argentino de 53 años, que trabajaba en un restaurante de Milán, donde vivía desde hace dos décadas, murió en un hospital donde permanecía internado con coronavirus y no presentaba patologías previas.
“Tenemos que pensar que somos parte de algo muy grande que es la sociedad y tenemos que protegerla porque los virus y los gobiernos de turno pasan pero la sociedad queda, cuidémosla entre todos”, cerró Luján.