Los chicos del barrio La Loma de Rojas durante la jornada recreativa de Pascua.
JUEGOS PARA LOS MÁS CHICOS

Día del Niño solidario en Rojas: organizan jornada recreativa para los chicos del barrio La Loma

El próximo lunes se realizarán distintas actividades en la plaza ubicada frente al comedor “Por una sonrisa”. Habrá almuerzo, merienda, juegos, sorpresas y regalos para todos los niños que asistan.

El comedor “Por una sonrisa”, del barrio La Loma de Rojas, abrió sus puertas hace tres años y, desde entonces, los referentes del espacio, Evelina Gago y Darío Aguilar, cada mes de agosto organizan una jornada del Día del Niño a la que asisten todos los chicos que se acercan los sábados a almorzar, junto a sus hermanos, primos y amigos. En esta ocasión, el evento se desarrollará el lunes 19 en la plaza del barrio La Loma a partir del mediodía y aún se reciben donaciones de galletitas, golosinas y juguetes en buen estado para entregar a los más pequeños.
“El sábado nos citaron desde el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Rojas, ellos van a hacer juegos, actividades recreativas por el Día del Niño, así que vamos a estar allá”, dijo Evelina Gago a Democracia y agregó que “por estos días estamos juntando galletitas, golosinas y juguetes para darles a los chicos el lunes, que vamos a hacer una jornada en la placita del barrio La Loma, frente a mi casa”. En 2016, Evelina Gago y su pareja, Darío Aguilar, tomaron la decisión de abrir las puertas de su hogar y ofrecer un plato de comida a los nenes que más lo necesitan. Junto a la colaboración de instituciones, autoridades municipales y vecinos que acercan alimentos, comenzaron a sumar voluntarios para desarrollar la actividad solidaria. Con el tiempo, ampliaron el espacio y hoy hay anotados alrededor de noventa chicos, de entre uno y catorce años, que llegan cada sábado a almorzar.


Para el Día del Niño, Reyes, Pascua, y otras fechas de recreación para los más chicos, Evelina y Darío organizan jornadas que cuentan con el apoyo de los vecinos de la comunidad rojense. “Cada uno se suma desde el lugar que puede, recibimos donaciones, otros vienen a colaborar, y así nos arreglamos”, contó Evelina a este diario y agregó que “el lunes nos va a acompañar Javier y su banda, les agradecemos por acompañarnos porque están con nosotros desde el primer momento, ellos van a estar haciendo sonido, poniendo música, y a los chicos que se acerquen les vamos a dar algo para que coman al mediodía, todavía no sabemos si pizzas o hamburguesas”. Durante toda la tarde del lunes 19 va a haber juegos para que se diviertan, se realizará maquillaje artístico y luego se les ofrecerá la leche, jugo y los regalitos; para los más grandes habrá golosinas.
Consultada respecto de las donaciones, Evelina dijo que “está muy tranquilo el tema de las donaciones pero algo se va consiguiendo, todos los interesados en colaborar se pueden comunicar a nuestros teléfonos: 2475407878 y 2474466000, o bien, acercarse al carrito de comidas donde trabajamos nosotros, estamos ahí todo el día, en la rotonda del pueblo; los que no puedan llegar hasta ahí, me llaman y yo me arreglo para ir a buscarlo”. Por otro lado, Evelina Gago subrayó que “nunca sabemos qué cantidad de chicos va a ir porque, por ejemplo, para Pascua habíamos hecho cuarenta huevitos y no nos quedó ninguno, porque muchas veces suelen venir con amiguitos, hermanitos, primos, otros vecinos, y entonces no sabemos cuántos se van a acercar: pueden venir diez, veinte, cincuenta o doscientos, porque si el día está lindo y no tienen otra actividad prevista, se vienen, además saben que van a tener algún regalito”.
Sábado tras sábado, los chicos del barrio llegan a la casa de Evelina y Darío para almorzar. Si bien los más grandes tienen alrededor de catorce años, en el último tiempo muchos comenzaron a llegar con sus hermanitos de uno o dos años a upa para que también puedan tener su plato de comida. En el listado, Evelina tiene alrededor de noventa chicos anotados pero asegura que “nunca vienen todos a la vez, suelen ser veinte, treinta o cuarenta, si llueve vienen muy poquitos”. Tiempo atrás, los almuerzos de los sábados se hacían en un galpón pero allí no contaban con las comodidades suficientes y luego pudieron mudar todo a su propia casa. “Ahí los podemos tener más tranquilos, en el galpón, al ser más grande, se escapaban los chicos por todos lados, ahora en casa estamos más cómodos”. Muchos voluntarios continúan yendo a colaborar para servir los platos, lavar o llenar las jarras de jugo, y se sumaron nuevos mientras que otros dejaron de asistir.  
“La gente nos ayuda mucho, nos ofrecen pollos, mozzarella para hacer pizzas y demás alimentos pero vemos que ahora está más complicado que otros años, está brava la calle, a veces tenemos que poner un poco más nosotros, de nuestro bolsillo, porque se nota la diferencia”, relató Evelina a Democracia y sumó que “los nenes necesitan venir al comedor, si nosotros no estamos en casa ellos nos vienen a buscar y nos piden el plato de comida, han venido a buscarnos hasta nuestro lugar de trabajo y nosotros no barajamos la idea de dejar de hacer el almuerzo de los sábados, hacemos todo a pulmón, como desde el comienzo, porque no nos queda otra: ellos nos esperan”. La pareja añadió que “incluso, muchas veces, evitamos gastar en algo nosotros para que ellos tengan su plato de comida”.
Respecto de la jornada recreativa del lunes, Evelina agregó que “este año no vamos a hacer el desayuno, son muchas horas y los chicos se cansan, así que arrancamos con el almuerzo, después hacemos alguna piñata, algo que siempre armamos, ponemos en tablones lo que van a ir comiendo y tomando y tipo cuatro, cuando los chicos ya se cansan de jugar, les damos los juguetes.”